Lourdes Paredes Cuellas

Opinión -

Recordamos todos y cada uno de los héroes de nuestra infancia, como el sueño de niños por volar, destruir paredes con nuestra fuerza, surcar el cielo con fuerzas sobrenaturales, mil y una capacidades extrasensoriales que sólo nuestros sueños o el color de unas páginas, nos invitaban a soñar, era la magia de  los cómic.

Esos tiempos quedaron atrás, ya que el tacto, la vista y el olfato sobre páginas de papel, se cambió por el de las palomitas y unas gafas que te hacen volar los cielos con capacidad pasmosa, ahí está el quiz de la cuestión. Hablo de sensaciones, sentidos y esos son los que inducen a las necesidades.

Os estaréis preguntando porque hablo de sentidos... y no solo por los sentidos agudizados de los super héroes sino los de creativos de marketing, que se meten en nuestras vidas a través del cine, la máxima expresión radica en las fuerzas sobrenaturales del hombre de acero o debería decir el hombre marketing....

Un hombre de acero que se visto en su juventud con la marca “que hace amigos”, unos objetivos japoneses que tomaban las mejores imágenes del daily planet, o debería realizar una llamada a través de mi móvil finlandés que copaba el mercado en los años noventa, antes de la aparición del dispositivo de la manzana... Mil y una de imágenes (recordemos que vivimos en un mundo de imágenes, todo sea dicho), que llegan a nosotros, a través de nuestros sentidos y se afincan en nuestra cabeza, en nuestra día a día y más si cabe en una actividad tan cotidiana como es la compra.

Películas que  resultan a precio de saldo, gracias a las marcas que se afanan en aparecer en ellas, ya que es ésta publicidad la que más rápido se posiciona en nuestras mentes y en nuestros hábitos de compra, películas como se configuran como un hito en la historia del marketing cinematográfico: 100 compañías implicadas y 160 millones de dólares gastados sólo en publicidad, lo que se califica”promotional partners” del filme.

Éste tipo de políticas de publicidad, sólo se ajustan a mejorar las cuotas de mercado de las misma, y hacer fuerza con las segmentaciones de mercado, pero cabe recordar que es a costa de los consumidores que pagan su entrada los mismos que consumen los productos, así que debemos no dejar al libre albedrío de los dioses del cómic y digamos que son las fuerzas sobrenaturales del mercado las que mandan.