Felipe López del Rio

Opinión -

Los ciudadanos y el Guadiato en particular tenemos que decir que el actual presidente del Gobierno de España está siendo la puntilla que nos faltaba para acabar con un territorio que ha encontrado en la minería su flotador durante muchísimo tiempo y que desde hace también varios años está siendo su cruz. La subida del precio de los alimentos, de los carburantes, de la bombona, de la luz y de todo casi lo imaginable es sin duda culpa de su incompetencia, mientras otros países de nuestra zona están sufriendo un ascenso en las perspectivas de crecimiento, España está estancada y con signos hasta de recesión. Últimamente su núcleo duro y en concreto su ministro de agricultura es una caricatura de sí mismo, incapaz de afrontar la problemática de los agricultores, mintiéndoles y agachando la cabeza ante las medidas restrictivas que impone la comunidad económica europea que limita con medidas inquisidoras los cultivos que siempre se han caracterizado por la excelencia, mientras se les abre puertas a las hortalizas y frutas marroquís, cargadas de pesticidas y que compiten en desigualdad de condiciones con los agricultores españoles. La falta de apoyo y medidas eficaces por parte del gobierno de Pedro Sánchez está perjudicando gravemente al sector agrícola, provocando una subida en los precios de los alimentos y poniendo en peligro la viabilidad de muchas explotaciones.

Es inaceptable que el gobierno no defienda los intereses de los agricultores españoles y permita que se vean perjudicados por las decisiones de la Unión Europea. Es necesario que se tomen medidas urgentes para proteger a los productores locales y garantizar la calidad y seguridad alimentaria de los consumidores.

Pedro Sánchez debe escuchar las demandas del sector agrícola y actuar con responsabilidad y diligencia para resolver esta situación. No se puede permitir que los agricultores españoles sigan sufriendo las consecuencias de una política negligente e ineficaz. Es hora de tomar medidas concretas y efectivas para garantizar un futuro sostenible para el sector agrícola en España.

Tomemos nota de las reivindicaciones de nuestros agricultores que marcan la senda de las protestas, exigiendo medidas que hagan de sus explotaciones ruinosas en rentables, mediante una competencia con igualdad de condiciones, con precios justos para ellos y la prohibición sobre todo para las grandes superficies de vender productos procedentes del norte de África, productos que están lejos de los estándares que la Unión Europea exige a nuestros agricultores. Tenemos que ponernos en pie todos y cada uno de los vecinos por la falta de agua, por la subida que a todas luces pretende la Diputación de Córdoba una vez se restituya el normal funcionamiento, esfuerzo que nos piden y que no tienen en cuenta el tiempo que están cobrando sin tener ningún ciudadano del norte de Córdoba agua potable, mientras religiosamente pasan las cuotas trimestrales del consumo. Sigamos tomando nota y sonrojando al ministerio pertinente por la falta una y otra vez de planes que den potencia eléctrica a nuestros polígonos industriales. Polígonos que se mueren de risa sin empresas generadoras de empleo.

Exijamos a la Junta de Andalucía, planes regionales del agua, de infraestructuras, que se coordine de una vez por todas con el gobierno de España, que dejen de “tirarse los trastos a la cabeza” pasándose la pelota de uno a otro mientras la inacción de ambas administraciones cava la tumba de nuestro futuro como comarca y como municipios.

Reivindiquemos que el Guadiato es el mejor sitio para vivir, compremos en nuestros pueblos, hagamos vida en nuestros pueblos, claro que a Córdoba y al resto de municipios del sur hay que ir pero no hay que irse, sin duda mi orgullo Guadiateño, aun viviendo lejos ahí me impide rendirme, me impide renunciar a ver como cuatro enterradores con traje (políticos) meten en “el hoyo” a toda una comarca.