Lourdes Paredes Cuellas

Opinión -

En los últimos días, se han plagado las redes sociales o copado los corrillos hablando de la Boda Roja. A algunos os sonara a chino, y no tan sólo por el color patrio del país asiático, sino al fenómeno que comenzó hace 17 años y se ha puesto de moda en los últimos 2 años por el increíble mundo de la televisión, no me refiero a otra cosa que a Game of Thrones ( Juego de Tronos).

Una serie de libros que cuando menos lo esperes da un giro del destino, no es nada lineal sino que en la tranquilidad de sus líneas, se vuelve macabro, intrigante, incesante y lo que es más importante atractivo. No me refiero al atractivo de reinas y reyes de siete reinos, sino a la de sus personajes delicadamente descritos.

Se acerca el invierno o mejor dicho me acerco al meollo de la cuestión, ¿por qué triunfa este tipo de series o de libros? Pues creo que la idea es sencilla, la realidad supera a la ficción, sí, no me he vuelto loco ni he muerto a manos de Jaime Lanister; reitero, la realidad supera a la ficción, ya que el éxito radica en la estructura psicológica de nuestra sociedad. Sociedad que busca la intriga en la crítica, que el afán de poder invade sus vidas, y es en la corrupción, de algunos, la que recorre sus mentes, hace que el éxito sea asegurado.

Buenas razones se pueden buscar en sus líneas, pero hay diferenciaciones el bien y el mal, de lo correcto e incorrecto, ya solo queda que cada uno coja su bando o el estandarte de su reino... Este fenómeno se vio con la sociedad Tolkien o la famosa comunidad (su comunidad del anillo), demarcaba ideas del bien el mal claramente diferenciadas, pero la clave del éxito actual es que mientras más intrigas es mucho más atractivo.

Marketing o una gran producción para televisión (quiero decir que soy un amante de la misma), que se ha metido en nuestras vidas, en nuestras conversaciones, llenado nuestros tweet pero lo más importante que es un producto de éxito y eso es para quitarse la corona.

La sociedad base del crecimiento y maduración de la psicológica, da también giros, inesperados y están llenos de caprichos, los valores de antaño se convierten en una espada que desgaja la inteligencia de muchos, ya que ésto se han vueltos principios y cada uno coge los que desea, pero sin mirar al prójimo, lo que siempre se ha dicho mi reino por una espada.... Sin dejar atrás que alcanzo lo que deseo pese a quien le pese, deje cadáveres o no.

Pueden parecer duras mis palabras, pero por desgracia nuestro sociedad se ha convertido en egoísta e individualizada, falta de actitudes positivas que marcan tendencias, propia de aquellos que oyen el rugido más allá de las fronteras, y no la nobleza de un lobo, sólo cabe decir que el éxito de un producto debe ser base de la necesidades de los individuos, y éste fenómeno lo ha conseguido ahora solo cabe esperar que la sociedad se comprometa con su entorno ,con ella misma y tal como remarca “khalessi” compromiso a piel y fuego.