Lourdes Paredes Cuellas

Opinión -

Los datos de las oficinas comarcales del paro (antiguas oficinas de empleo) son aún más deprimentes que los últimos (o los próximos) publicados por la EPA. Que la comarca necesita crear empleo es una realidad que no se le escapa a nadie. Lo que aún no ha quedado claro es que para que el Guadiato sobreviva, para que las personas tengamos un futuro, cualquier empleo no sirve. La comarca necesita empleo estable. Las personas necesitan empleo estable.

Muchas son las administraciones de nuestro entorno que abogan por un modelo de trabajo basado en la rotación de las contrataciones con la intención de beneficiar al mayor número posible de personas. Sin embargo, este modelo de contratación finalmente lo que consigue es perjudicar al conjunto de la sociedad. La comarca necesita empleo estable. Por poco que sea. Porque el empleo estable  es el único capaz de fijar población. Porque esa población estable genera consumo y porque ese consumo genera riqueza, conlleva servicios y crea negocios. Y en este sentido, la riqueza, los servicios y los negocios significan más empleos estables.

El empleo eventual genera desconfianza en un trabajador o trabajadora poco implicado y lo empuja a una infértil espiral de contratación-prestación-subsidio de la que, por comodidad y conformismo, es difícil salir. Por el contrario, el empleo estable incita a la persona a responsabilizarse a involucrarse y a superarse en su trabajo.

La pregunta, entonces, es, según la comarca que queremos ¿por qué modelo de trabajo debemos apostar?