Opinión -

Veamos: ¿Alguien creyó que con la llegada de Trinidad Jiménez para sustituir al pro-árabe e inútil Moratinos, cambiarían nuestras relaciones con el exterior? ¡Pues no!, la prueba  evidente es, que en estos días nuestra antigua provincia del Sáhara Occidental donde aún tenemos algunas obligaciones, con una población titular en muchos casos  del D.N.I. español, está sufriendo un genocidio, al ser perseguida, torturada y detenida, sin ningún tipo de garantías por la policía y el ejército marroquí. Mientras,  la recién nombrada Ministra de AA EE, “poncho en ristre”, se divertía en Bolivia, junto al poco recomendable Evo Morales, a la vez que con una tibieza y ambigüedad sin límites, eludía pronunciarse sobre los graves incidentes que se suceden, así como a condenar al agresor, según ella, “por falta de información” cuando tenía conocimiento de la muerte de un español. Para terminar descargando la responsabilidad en Naciones Unidas, siendo España si no de hecho de derecho, la potencia administradora del territorio.

Y es, que doña Trini con su gracejo peculiar y su melena rubia, me cae muy bien como persona y como mujer aunque pienso, que no es la política más idónea para el cargo. Prueba evidente, que el “insigne” Zapatero la ha descartado para tramitar este conflicto y paradójicamente, es  Moratinos a quien envía  como mediador tras cesarlo como Canciller hace veinte días, no sabemos con que consignas, posiblemente con las mismas de siempre debido a las cuales y a esa cobardía que le caracteriza, dejó hace años en la estacada a unas gentes que confiaban en que España les protegiera y apoyara en la celebración del referéndum que les posibilitara ser un pueblo libre. Pero con su llegada a la presidencia, lo que había sido una máxima en todos sus antecesores, él la cambia de manera radical  pasando, a rendir pleitesía al sátrapa de Rabat con el cual, debe tener pendiente unos “intereses” importantes dada su actitud en estos momentos. Sin olvidar, los acaecidos hace unos meses en las fronteras de Melilla, donde nuestros policías sobre todo las féminas han sido insultadas, vilipendiadas y agredidas, sin respuesta del Ejecutivo, que representado por el inefable Rubalcaba, se entrevistó con su homólogo alauita para considerar, que la situación era de normalidad.

De todo lo narrado no debemos extrañarnos, si recordamos que en 2.002 el líder de la oposición, a la sazón Rodríguez Zapatero, pocas semanas después de la operación, llevada a cabo por un Comando del Ejército Español, liberando impecablemente el islote Perejil que había sido invadido días antes por fuerzas marroquíes, se personó de manera vergonzante y humillante ante el Sultán, para mostrar su desacuerdo con la respuesta militar española, a la vez que portaba un mapa donde Melilla, Ceuta y Las Canarias formaban parte de Marruecos.

Esto en cuanto al Magreb: si pasamos a Venezuela y al gorila que la preside, quien ampara y cobija, dando un cargo de relevancia en su gobierno a un terrorista asesino de españoles, que a su vez, en suelo venezolano es instructor de etarras, al que se niega a extraditar, así como a dar cualquier tipo de explicaciones al respecto, a la vez que tanto él como su embajador nos tratan de torturadores, sin que nuestro Gobierno, tome las medidas adecuadas, como debiera ser la expulsión de ese embajador bocazas y llamar al nuestro a consultas, amen de otras medidas ¡Es indignante nuestra diplomacia!

Sobre Gibraltar donde su ministro Caruana nos ningunea con retenciones de agentes de la Guardia Civil, debido a sus pretensiones sobre aguas territoriales, omito comentarios.