Portada
Actualidad
Opinión
Política
Sociedad
Cultura
Entrevistas
Deportes
Humor
Psicología
Ocio
Curiosidades

Envíanos tu artículo

 
 
Pueblos
Servicios
Hemeroteca
Fotografías
Enlaces Interés
 
 
 
¿Quiénes somos?
Publicidad
Contacto
Localización
Suscripción
 
 
Diseño Web
 
 
 
 
 
Cultura
Hoy es Lunes, 01 de Abril de 2024
DESDE EL JERGÓN
Publicado el 15 de Septiembre de 2023, Viernes

J.J. Caballero

Cultura -

El camino de la incertidumbre viene marcado por las piedras del palacio de la sabiduría. Ninguna obra fundamental para el avance de la humanidad se construyó con certezas puras ni visiones únicas. Al mirar por encima del hombro con gesto adusto atisbamos un horizonte nuevo, tan fugaz como el anterior, pero donde la esperanza se atisba en forma de astro. Son los reflejos, los espejos y los vencejos que vuelan y devuelven miradas que habremos de devolver con las cuencas vacías y las cuentas baldías. Hay pocas cosas capaces de enturbiar la paz de los malvados, si es que alguna vez llegan a ella, y la más evidente es la apoplejía de ideas, conceptos y maneras. Las formas se deforman, las sombras se ensombrecen y las venas se envanecen de tanta corazonada falsa. Ahora tendrán que decidir por nosotros, como lo hacen siempre, sin que ninguna boca enseñe los dientes ni ojo alguno adivine el perfil verdadero de quienes lo observan. El objetivo, no nos engañemos, seguimos siendo todos y cada uno de nosotros. Vosotras también lo sabéis, porque los paisajes nunca os fueron favorables ni las definiciones benignas para que el clima no presente síntomas permanentes de tempestad. Perder el tren y pender del zen. El sino no es el destino, sino todo lo contrario.

Se atropellan las etopeyas y se adivinan las prosopopeyas. Atribuir poderes a quienes ya se atribuyeron caracteres es no corresponder a la realidad ni responder a la dualidad. Son actos casi vandálicos, en los que unos revierten sus propias palabras en beneficio de unos pocos y otros pervierten sus discursos prestados en perjuicio de otros cuantos. El caos y el desorden preestablecido. El pasado preñado de la vileza del presente y los cantos de sirena entonados por delfines hambrientos. Nadie se atreve a preguntar lo que todos necesitamos saber, y si tiro la primera piedra seré el primero en ser señalado como traidor. Dedos como flechas, gritos como balas y puños como comida podrida. La inutilidad como preámbulo a la servidumbre. Deberíamos saber menos, así las figuras patriarcales no tendrían el apoyo de las culturas marginales. Conocer los recursos y no usarlos es lo mismo que conceder los discursos y no escucharlos. Mereceríamos confesarnos miembros de un cardumen sicalíptico que no tuviera otra intención que el aparearnos como fieras para elevarnos como esferas. Cumbres más altas fueron conquistadas. El secreto no está en adivinar sus próximos movimientos, son demasiado obvios y ya anunciados de viva voz; es conocida la capacidad humana para readaptarse a cualquier movimiento inesperado, pero lo es aún más la de mentirse a sí mismo al afirmar que ignora algo cuando la realidad le dice que no es capaz de entenderlo. Es el tiempo, el espacio y el ruido de dentro y fuera, que nos vuelve parcialmente sordos e irremisiblemente idiotas.

Por eso, por la aplasia que padecemos sin saber muy bien dónde nos han dejado el hueco. Leo y releo pero no veo lo que antes solía contemplar. Libros sin páginas impares, panfletos sin signos de puntuación, ensayos con párrafos mezclados, guías escritas en sánscrito, trípticos con imágenes borrosas, diccionarios sin la letra hache… La razón no forma parte de la dación, ni la ración compensa la inanición. En la otra acera se solazan en francachelas y música para no dormir cientos de rostros de narices difuminadas por el exceso. Se ve que siempre hay algo que celebrar, pero aquí no nos hemos dado cuenta aún. Es tarde y la policía tardará en llegar, si es que no está incluida en la lista de invitados. El desastre se retrasa más de lo habitual, algo habremos hecho mal. O eso, o que las almas biempensantes tienen entrada de preferencia y la audiencia en general tiene que conformarse con las sobras de las buenas obras. Rechazar sus prédicas no nos hará más fuertes pero sí más sabios, si es que esa es una virtud aún no derogada. De rogar y devorar decisiones definitivas nos hemos vuelto adictos a la trapacería. Convictos de la abacería. Invictos de la alegría. Nos resarciremos. Cuando todo esto acabe probablemente no podremos escribirlo ni sabremos percibirlo. Será el momento de regresar a la cueva, pero únicamente para cerciorarnos de que han vuelto a ella, de la que nunca debieron salir, y sellarla a canto y a cal con las mil llaves de nuestro rencor.

Noticia redactada por :

J.J. Caballero

Cultura : Últimas noticias

El Consejo de Gobierno acuerda la actualización del precio del comedor del primer ciclo de Infantil

DESDE EL JERGÓN

TORRIJAS

  • Comentarios de los lectores
  • No hay comentarios para esta noticia... Se el primero en comentarla!
Comenta esta noticia


Nota: los comentarios serán publicados tras ser revisados, por lo que pueden no aparecer inmediatamente tras ser enviados.
 
Portada - Contactar - Pueblos - Inscripción - Escribe tu artículo - Hemeroteca
Guadiato Información - www.publicacionesdelguadiato.com
Diseño web : azuanet