Carlos Ramirez

Opinión -

Los tiempos convulsos que vivimos hace que la mecha la tengamos muy corta. Hemos vivido una pandemia, un enclaustramiento, enfermedad , dando lugar a una gran preocupación por la inteligencia emocional y la estabilidad emocional de los individuos. La información nos llega , estamos más que conectados, pero las noticias y las vivencias de cada día  día, no son un buen caldo de cultivo.

La pandemia ha llevado a la desestabilización emocional de la población, violencia exacerbada, saltamos a la primera de cambio, tenemos desconfianza con el prójimo y lo que más debe preocupar es el cambio de mentalidad de los individuos de la sociedad. Cada día se muestra mucho más violencia, atropellos porque la gente no se guarda de tomar unas copas al coger el coche, y como me sueltes alguna fresca , atente a las consecuencias.

Una sociedad sin empatía , es una sociedad problemática y violenta. Hemos perdido el ponernos en el lugar del otro ( muchos ya hace tiempo que la perdieron), se ha vuelto a una sociedad individualista, dejando atrás el nivel de empatía cuando estábamos en casa. El resultado de esos meses del #yomequedoencasa, no ha sido otro que encerrar a un animal fiero, se ha dejado de una lado la parte racional y nos movemos en la parte emocional. Parafraseando a Tommas Hobbes : “El hombre es un lobo para el hombre”, entendamos el concepto amplio hombre o mujer, es un lobo o loba con el de enfrente, no toques mi territorio que terminas escaldado.

Dejo esta reflexión en estas letras, impulsando a que el individuo salga a la calle y vea cómo esta la sociedad, pero observándolo al estilo Gran Hermano , desde una perspectiva superior, para divisar en qué nos hemos convertido, por lo que invito a volver a apagar fuegos, darle mecha a la vida y si hay fuego que sea de pasión de cariño y amor con el semejante, porque una sociedad con empatía es una sociedad feliz y con bienestar.