Lourdes Paredes Cuellas

Peñarroya-Pueblonuevo - Opinión -

Después de leer en varios medios, como de manera reiterativa, grandilocuente y demagógica, la Alcaldesa, la Concejala de Urbanismo y algún otro, alardean sobre  la obra de la calle Puerto. Me he tomado la molestia, de darme una vuelta, tratando de ver lo que de verdad hay en ello y fijaos la conclusión que he sacado del “paseo”, que después de ver el estado de la calle con el “pedrusco” incluido, he decidido dirigirme al Presidente de la Diputación, como promotor de la subvención; según la nota adjunta.

       Ignoro, si servirá de algo esta denuncia-protesta, pero al menos, yo no colaboro con mi silencio en desmanes y despilfarros sin sentido, en una zona deshabitada que a nadie beneficia. Salvo, que se quiera revalorizar algún bien; como solares, terrenos, o vaya Vd. a saber. Será, que no tienen donde invertir con más provecho. Puestos a despropósitos como es el caso ¿Por qué no seguirán con el disparate, en las que en día fueron Perdón y Alegría, como han hecho con la que fue Misericordia? ¡Que ineptos!

        Pues muy bien: que sigan con la demagogia y ese tipo de obras sin justificación, en zonas muertas, para continuar en otras con más vida, como es la de Guzmán el Bueno, donde se están luciendo, con una calzada que no caben dos vehículos de tamaño medio, ¿Es qué no disponen de terreno, para ensanchar todo el tramo, desde el cruce de “La Hontanilla”, hasta la calle Príncipe? Las aceras son ridículas, comparadas con las del final de “El Cerco” y sus zonas de aparcamiento. Supongo, que porque llevarán incorporado el “carril bici” como las de la Ronda,  porque si piensan dejarlas así con poco más de medio metro, sería para demandarlos a su colega Pepiño Blanco.

      A propósito de “La Hontanilla”, ¿A quien habrá que “felicitar” por la construcción y  emplazamiento de ese “engendro” de castillete que han colocado semi-escondido junto a la no menos horrible glorieta del ínclito Medina? La verdad, es que no dan una a derechas cuando de Peñarroya se trata, esta falta de lucidez, se debe a la poca  predisposición que tienen. Porque créanme, no hay que ser Freud para darse cuenta, con la desgana que  hacen, todo aquello que está, entre el Puente y el Peñón. ¡Es patético!  

       Otro “a propósito”, en este caso El Puente, con la ampliación del mismo, estarán un tiempo haciendo demagogia como si la obra fuera en La Farola y mientras tanto, “El Kilómetro de Oro” se atiborra de todo aquello que a otros nos detraen, como ocurre en toda la travesía de la antigua N-432, donde un acerado de lo más ostentoso, da lugar a criticarlo, cuando se compara con el mísero e inadecuado de “El Gueto”.

        Y que no me tachen, de inconformista que todo lo ve mal; porque cuando hubo que aplaudir, el tan reiterativo y demagógico parque del Riíllo lo hice; de igual manera que en su día, un tanto extrañado, el de la calle Málaga que lo vi muy bien; como lo poco que hicieron en el cementerio (que vuelve a estar como antes) y poco más; el mini-parque infantil sin cuidar del principio de la citada  Guzmán el Bueno y cuatro bancos. Porque si me van a referir las rejillas del alcantarillado, “me echo a llorar” en todo caso, los pocos metros de aceras que su instalación proporciono.

       Por todo ello doña Ignacia, si en alguna ocasión la felicité, hoy le pongo un “0” ¡¡Un “0 Zapatero”!!, por la mala gestión e inversión de Fondos Públicos, en su pueblo que es el mío.

                                        Juan Vázquez Hernández