Lourdes Paredes Cuellas

Opinión -

Lo que queda escrito, ahí queda. Nuestro nuevo presidente, no está haciendo otra cosa que decretar aquello, que tanto denunciaba antes de llegar a ser presidente.  El decreto, esa arma que es buena cuando uno la coge pero mala cuando lo hacen los demás, marca un antes y después de la actualizad política.

 Llevamos 8  decretos en poco más de tres meses, pero uno de los que más daño puede hacer al país y los españolitos, es el de techo de gasto;  aquel que permite endeudarnos, pero a ¿cambio de qué? En la democracia española, se ha demostrado que la deuda que contrae el país sólo hay una forma de combatirla, y son los impuestos, detalle que los españoles no podemos permitirnos en éste momento. 

España y su economía, se ha visto mermada no sólo por una crisis ( recordando que toda Europa la ha vivido), sino por un gasto descontrolado, viviendo por encima de nuestra posibilidades, haciendo de la economía un arma de doble filo en las campañas políticas.

Éste decreto ley , no es sólo una herramienta del Gobierno, sino un elemento que perturba una norma orgánica, detalle que la propia Constitución prohíbe en sus artículos 81 y 86 , y se enfrenta a la norma 60/1986 del Tribunal Constitucional. Estos hecho, demuestra que el Psoe no gobierna sólo, sino con aliados que apuestan al mejor postor y no hacen otra cosa que dinamitar al centro izquierda del país.

Cabe reconocer que el decreto ley, es un elemento de nuestra democracia, pero hay que ver el impacto que puede ocasionar si se hace efectivo, porque el golpe de decreto puede ser el boomerang que golpee a los españoles y al Estado.