Lourdes Paredes Cuellas

Opinión -

Reunión de líderes europeos integrantes del Partido Popular Europeo (PPE). Lugar: Madrid. Fecha: Hace unos días. Asisten, entre otros: Angela Merkel, Berlusconi, Sarkozy, Jean-Claude Juncker. Resultado: Respaldo total a la política de su nuevo Presidente, D. Mariano Rajoy (¿cobrará por este nuevo cargo?). Un espaldarazo en toda regla. Nada más y nada menos, y todos contentos: la política económica de nuestro gobierno es ejemplar. Lo dicen ellos y lo dicen todos los parados, todos los que pagan la luz mucho más cara que Francia, Alemania o EEUU. Por algo hace bien los deberes nuestro presidente, siguiendo los pasos de aquellos que les precedieron en las puertas giratorias: Aznar, González, hasta Zapatero. (¿En qué acabará trabajando el artífice de la reforma laboral más despiadada de la democracia española?)

Y, sin embargo, ¿qué pasa en Europa?, ¿algo nuevo? Sigue la Liga de Campeones y los miles de refugiados sirios o no sirios, salgan en la pornográfica televisión del dolor ajeno o se les nieguen los focos mediáticos, siguen ahí, siguen aquí. Por cierto, Tony Blair admite que la invasión de Irak propició la aparición del Estado Islámico: de aquellas armas de destrucción masiva, esta masiva destrucción de almas apiladas en las fronteras europeas, sostengo. Y algunos dirán que ellos no son responsables de nada. A mí me da igual la economía europea, por encima de la macroeconomía están los Derechos Humanos.

En fin, estamos ante un espaldarazo a vuestro Presidente del Gobierno en funciones, capaz de aguantar lo inaguantable, volviendo la espalda a la realidad, mirando para otro lado. Una espalda ancha, tan amplia que las obscenas palabras del primer ministro húngaro, Viktor Orbanque, que  también vino a Madrid a apoyarlo, no pueden ocultar la grandeza de su mandato, obstinado por la austeridad y por incrementar la brecha social. (Fe de erratas, donde dice grandeza, debe decir, largueza o hartura o molestia).