Lourdes Paredes Cuellas

Opinión -

Al más estilo filmográfico, se establece dos mismas versiones de una realidad, buscando la denominación de alternativa, propio de los tiempos que vivimos, de la crisis cansada, y la corrupción que mancha el trabajo de muchos años, de aquello que denominamos "pagan justos por pecadores".

Un enfrentamiento, con arbitro bañado con un  café para dos, y amparado por un marco indiscutible de la televisión, una cadena ( la sexta)  que se reúne con uno de ellos,  a pesar de gritar a los cuatro vientos que "hay que acabar con las reuniones clandestinas en los reservados, donde se toman decisiones al margen de los ciudadanos", lo que ponen de manifiesto una de las dos caras de verdad.

Una cara, que ha sido ensalzada a la palestra,  gracias a esas reuniones clandestinas, como es la imagen de  Pablo Iglesias, el cual en la actualidad se desinfla, porque la sociedad muestra una desazón, a partir de promesas utópicas que están más cercanas de la irrealidad, que un sueño cumplido.

Su cruz, una imagen de un joven catalanista y español, que aun aumentando su popularidad no se sabe si es del espectro de la izquierda o la derecha, pero no hay problema, en un sitio me uno a unos  y en otro a los contrarios, una muestra de querer  alcanzar el poder y no es otro que Alberto Rivera de Ciudadanos.

Son dos caras de una misma moneda, al fin y al cabo es la moneda del oportunismo, del cabreo generalizado con el bipartidismo, de la mancha de las corruptelas de algunos y de muchos por otro lado, no es más que un auténtico momento que nos da la democracia.

La democracia y la Constitución, pone en nuestras manos la posibilidad de crear miles de partidos para tener representación, los cuales quieren acabar con el bipartidismo; pero no es más que la plasmación de la idea arcaica de izquierda y derecha, que al fin al cabo desde el 1978 hasta hace unos años de muchos partidos paso a algunos pocos partidos, quedando demostrado mi tesis con unas abstracción de la realidad como es el duelo pimpinela de Podemos e IU.

La hemeroteca y la historia demuestra que unos arreglan lo que otros destruyen y aun apareciendo nuevas tendencias, sólo queda demostrado que la verdad no tiene dos caras sino tan sólo una la de la realidad plasmada en nuestro día a día.