Publicado el 15 de Julio de 2023, Sábado
Peñarroya-Pueblonuevo - Opinión -
La importancia del área de
gestión del talento o recursos humanos en la empresa es cada vez mayor, y más
si realmente colocamos a las personas en el centro. Sin embargo, en muchas
ocasiones, ya sea por la carga de trabajo, falta de personas en el área o por
cualquier otro motivo, no se llevan a cabo de manera correcta las políticas
necesarias.
En empleorecursos.es,
queremos reflexionar acerca de los errores más comunes del área de gestión de
talento, y sus consecuencias, como son la desmotivación de las y los
trabajadores, bajo compromiso, disminución del rendimiento o la rotación
laboral, entre otras.
Mejorar las prácticas de gestión del
talento
Las prácticas de gestión del
talento donde se producen el mayor número de errores afectan tanto a las
acciones de reclutamiento como a gestión de la diversidad o desarrollo de
carrera. Si describimos de manera detallada las mismas, destacamos:
1. No
transparencia en los procesos de selección
La imagen de la empresa se
transmite desde el primer contacto con la persona candidata, y más si el
proceso de captación de talento es inverso, es decir, es la
empresa la que busca a las y los profesionales de manera directa sin la
existencia de oferta de empleo publicada previa.
Por ello, la comunicación debe
ser clara y transparente, informando de todo lo relacionado con la vacante,
incluida la banda salarial, así como la forma de trabajar, herramientas,
tecnologías a utilizar, o las propias fases del proceso de selección.
Mostrar que las personas importan
a la empresa desde el principio hará que sean sinceras en el proceso, es decir,
si realmente están buscando un cambio profesional continuarán en el proceso,
así como su nivel de compromiso futuro si se incorporan a la empresa será
mayor.
Tampoco podemos dejar de lado el
proceso de OnBoarding,
incluido su seguimiento a lo largo del tiempo, siendo recomendable reuniones periódicas con la persona (como
mínimo, al trimestre y semestre de su entrada en la empresa) con objeto de
conocer sus impresiones, problemas, adaptación a la empresa, etc.
2. Excesiva
intervención
El área de gestión del talento
suele estar metida en todos “los fregados”, sobre todo si son debidos a
problemas entre las y los colaboradores. Sin embargo, en la mayoría de las
ocasiones son cuestiones que suelen resolverse de un modo más simple, siendo
recomendable que recursos humanos intervenga cuando la situación adquiere un
carácter mayor.
En estos casos, las y los colaboradores verán la figura de
recursos humanos como controladora si en cualquier “roce” está presente, lo que
afectará a su nivel de confianza con el área.
3. Uso del miedo
Relacionado con lo anterior,
todas y todos necesitamos sentir seguridad en nuestro día a día de trabajo y
que confían en nosotras/os. Si tenemos la
sensación de que se nos controla, es difícil ver el área de la gestión del
talento como una “aliada” y sí como una parte más de la dirección de la
empresa, lo que dificultará establecer el ambiente laboral adecuado
para el correcto desempeño profesional.
4. Perder de vista
el objetivo del área
A partir de nuestra experiencia
gestionando departamentos de recursos humanos o talento en empresas de
diferentes sectores, podemos afirmar que el objetivo principal que tiene es
eliminar o reducir todo aquello que impide que las y los empleados se centren y
trabajen, más que controlar o sancionar.
5. Ignorar lo que
motiva a las y los trabajadores
Cuando hablamos de motivación tenemos que hacerlo tanto desde
la perspectiva intrínseca, esto es, los deseos e intereses que tiene cada
persona (crecer profesionalmente, por ejemplo) y extrínsecas lo que nos impulsa
para intentar conseguir lo que queremos y suelen traducirse en la empresa como
bonus, reconocimientos, etc.
El área de gestión del talento
debe ser consciente de ambas situaciones para establecer las medidas necesarias
que posibiliten la mejor adaptación de la persona.
6. Centrarse en la
igualdad y no en la equidad
El área de gestión del talento
debe tratar a todas las personas de manera justa, lo que no significa que sea
de la misma forma. No todas las personas se motivan con las mismas acciones,
por ejemplo, por lo que hay que adaptarlas a las necesidades de cada una.
En resumen, toda organización
debe esforzarse por mejorar el compromiso y bienestar de sus colaboradoras/es,
pero existen acciones dentro del área de gestión del talento que pueden
mejorarse para conseguirlo.
|