Lourdes Paredes Cuellas

Opinión -

Siempre se ha dicho, atendiendo a las enseñanzas de nuestro querido amigo Murphy, que si algo puede salir mal saldrá mal, y ahí va mi corolario… puede ir a peor seguro. Pues sí, en Córdoba pasa esto. Cuando en la política se llega sin haberlo preparado Murphy hará de las suyas.

Pedro García, ése hombre entre los influjos de lo comunista y la 3 tercera república, le hacer un flaco favor a sus compadres del equipo de Gobierno. Quería Urbanismo y Turismo, áreas que no hay que decir nada de ellas, pero se sabe, se conoce, que son el buque insignia en los ayuntamientos de España, y más en nuestra ciudad. 

Este señor es un hombre de paradojas, que es responsable de turismo…. pues cierra los museos en días de fiesta, o en puentes; que hay turismo que quiere comer al sol de nuestra tierra pues le quito los veladores, al fin y al cabo es un huracán que arrasa con lo establecido.

La última del equipo de gobierno es la de vetar los veladores, cosa que podamos estar más o menos de acuerdo en que necesita una regulación, pero de ahí a hacer una caza de brujas, quitando mesas y sillas, con nocturnidad y alevosía, eso es harina de otro costal. 

Siempre he sido defensor de la libertad, pero no la prostituida, sino en la que en mi limite empieza la tuya, si ambos estamos de acuerdo, estamos en onda podemos ser ambos libres. Hay que defender al peatón, como rol establecido de cada uno de los ciudadanos, y más evitando poner barreras arquitectónicas a los que más dificultad tienen.

 Cuando el libre albedrio campa a sus anchas, hay problemas, pero cuando hay incompetencia políticas más. Los restauradores y hosteleros quieren una regulación, no la política de este si esta no ( al más estilo ximo bayo), no ir a golpe de timón dependiendo del viento, y cuanto menos, que sea el capitán del barco, la alcaldesa Ambrosio, la que  lidere la travesía.

La negociación es sencilla, las partes: ayuntamiento y hosteleros, donde la primera está delegada y la segunda con total apertura al diálogo, pero ya sabemos que cuando hay un gobierno de la ciudad de muchos, el fuerte se queda vacío.

Córdoba necesita otras políticas, las del  interés general, al fin y al cabo la de los cordobeses, que prime el diálogo, y no la confrontación como línea de batalla; más cuando se gobierna una ciudad, porque eso lleva a defender a unos pocos, y debemos recordar que la hostelería y turismo son clave en nuestra ciudad, sin olvidar el empleo que genera y que a nuestra ciudad tanta faltica le hace.