Lourdes Paredes Cuellas

Opinión -

Me viene a la mente este título cinematográfico para introducir el tema de hoy, una persona que por el dolor de una perdida, hace temblar  los cimientos de los eeuu... Parece una contradicción, pero ahora no sólo hay que serlo sino parecerlo en la sociedad de hoy día.

La corrupción se afinca en nuestro país como el veneno de las serpientes de medusa, que nos deja petrificados y ya casi anestesiados, ya que se ha hecho normal en nuestra sociedad. Se establece en los últimos sondeos del CIS, que este problema se constituye como la segunda preocupación de los españoles, como siempre se ha dicho debemos de mirárnoslo.

Las palabras prevaricación, cohecho, blanqueo de capitales, están en nuestro día a día, lo que casi nos convierten en el mejor juez y verdugo, al ajusticiar en nuestras conversaciones, en los juicios paralelos, pero ya está bien de tener que escucharlo.

Hoy de nuevo escuchamos en nuestra tierra de Andalucía, donde 30 años hemos estado viendo lo mismo, nuevos casos de malversar el dinero ajeno, traficando las influencias y el problema que no es de cuatro golfos como decía el Señor Rubalcaba. Mensualmente engrosan las salas de justicia, de más y más encadenados a un sistema creado para ayudar a los que están arriba y no a los parados, a los que se les dirigía el dinero, como se dice en nuestra tierra menuda sinvergonzonería.

Decía Blas Infante :...”Los andaluces queremos volver a ser lo que fuimos hombres de luz, que a los hombres, alma de hombres les dimos.. “Hombre y mujeres trabajadoras, llenos de esperanza, de honor, de lucha por sus familias, de lo que siempre fuimos, hombres y mujeres libres.

Sólo cabe pensar que los andaluces quieren otra cosa, no estar “enchufados” a un sistema de corruptelas en la Junta, sino aires nuevos, nuevos proyectos y no aguantar como se pasan el sillón los unos a los otros sin pasar por las elecciones, y estar jugando a la silla....

A los corruptos de nuestra tierra solo cabe decir que la tierra es de los que la trabajan, de esos que nos levantamos temprano para ir a nuestro trabajo,  de aquellos que cada día lucha para encontrar uno ya que la desgracia del paro les afecta, de ellos y solo de ellos, son dignos de ella que la conquistan cada día.