Publicado el 15 de Septiembre de 2023, Viernes
Opinión -
Liderar equipos de trabajo no es
una tarea fácil y para la que todo el mundo esté preparado. Si además lo
hacemos en un entorno con tanta incertidumbre como en el que nos encontramos,
con guerras, instabilidad económica, entorno postpandemia, etc., las empresas requieren
de personas con la visión y conductas adecuadas para hacerles frente.
En empleorecursos.es queremos
reflexionar sobre la importancia de liderar con éxito equipos de trabajo en
entornos cambiantes e inciertos, también conocidos como VUCA (del inglés, Volatility, Uncertainly, Complexity y Ambiguity).
Habilidades de liderazgo
Desde nuestro punto de vista,
estas personas deben contar no solo con una alta capacidad de adaptación, sino
que también de anticipación y previsión, para entre otras cosas, transmitir
seguridad, promover compromisos, comunicar de manera adecuada la estrategia a
seguir, mantener e incrementar la motivación de las y los trabajadores, así
como ver el propio cambio como una oportunidad de crecimiento.
Sin embargo, en muchas ocasiones
cuando nos enfrentamos como coordinadoras o coordinadores a situaciones
inestables comentemos una serie de errores que nos impiden actuar con la
efectividad necesaria, como son:
· Pretender tener siempre todos los
datos para poder tomar decisiones, lo que nos lleva a hacer una sola cosa,
analizar en vez de actuar.
· No delegar tareas y cargar con todo.
· Carecer de una visión estratégica,
centrándonos solo en el momento.
· Mostrar ansiedad.
· Ignorar los riesgos de las decisiones
a adoptar.
· Buscar culpables en vez de asumir
nuestra responsabilidad.
· No ver las oportunidades que se pueden
sacar de la situación.
Más detenidamente, el análisis de
los entornos VUCA se caracteriza por dos variables, como son el nivel de
conocimiento y la predictibilidad, siendo cuatro las situaciones posibles:
1. Ambigüedad (Bajo
Conocimiento, Baja Predictibilidad)
Como su nombre indica, no hay
indicadores de lo que puede suceder, por lo que es necesario experimentar, tomar riesgos controlados, lanzar hipótesis, probarlas,
etc.
2. Complejidad (Bajo Conocimiento, Alta Predictibilidad)
Al tener un bajo conocimiento, es
indispensable el análisis de todas las variables implicadas, siendo necesario
para ello, reestructurar,
especializarse, focalizar esfuerzos, etc.
3. Incertidumbre (Alto conocimiento, Baja
Predictibilidad)
Se
conoce únicamente las consecuencias y las causas de la situación, pero se
ignora todo lo demás. Para hacer frente a esta incertidumbre de debe enfocar en
adquirir y gestionar más información.
4. Volatilidad (Alto Conocimiento, Alta Predictibilidad)
El
conocimiento que se tiene sobre la situación es fácil conseguirlo, pero en
muchas ocasiones no se está preparada/o cuando sucede.
Por último, a partir de nuestra experiencia laboral
coordinando departamentos de gestión del talento, las competencias clave del
estilo de liderazgo ante estas situaciones son anticiparse a
los cambios, ser ágil en la ejecución de las decisiones, potenciar la
comunicación bidireccional con los miembros del equipo, invertir en confianza a
través de la prudencia, y por último, ser coherente dando ejemplo con su
conducta.
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