Por más tiempo que pase, no nos enteramos que la política se ha convertido en la máquina perfecta para ganar dinero de unos pocos que se alimenta con el enfrentamiento entre los ciegos a quienes gobiernan.
El último esperpento al que hemos asistido es al famoso saco de medidas conocido como “Decreto Ómnibus” que han sido tumbadas por la mayoría del congreso, un saco de medias donde se incluía la subida de las pensiones o ayuda a los afectados de la DANA, pero que también incluida la cesión de un inmueble a favor del PNV que tiene un valor de 16 millones de euros. La indignidad de aquellos partidos que hoy gobiernan España, ha llegado hasta el punto de la desvergüenza, haciendo todo, retorciendo las leyes solo para el beneficio propio, tan solo por un puñado de meses más en la palestra. Ante esta falta de ética, la derecha ideológica espera a que por arte de magia el gobierno no haga este tipo de paquetes y se vote cada proposición como única, sabiendo perfectamente que eso no será así y que intentará colocar cualquier ley que su aprobación sostenga al número uno en la presidencia. Una derecha que ahora parece ser que llevará la subida de las pensiones en una proposición de ley que será aprobada, casi con total seguridad, por el resto del parlamente. Mi reflexión es, ¿por qué esto no se ha hecho antes?, no me pueden decir que con el historial del gobierno esto lo se lo olieran, ahora su ineficacia como oposición castiga a los pensionistas también, por lo tanto, entiendo que tanta culpa tienen unos como otros. Unos por no saciar jamás el hambre de poder de su líder, y los otros por no trabajar a tiempo.
Quiero recordar que Donald Trump, del que poco se puede copiar, el primer día de su toma de posesión firmó más de 200 decretos, esto solo puede ser, porque el tipo y sus asesores trabajaron meses atrás en llevar a cabo las medidas que prometió en campaña y que tan solo horas después de tomar el mando las firmó. Esto en España es impensable, aquí se apela primeramente a los 100 primeros días de gobierno, en los que los ministros entrantes y sus faraónicas estructuras de asesores, se enteran de como funciona la administración, aunque se supone que cuando entran ya saben de la situación. Después les sigue al mantra durante dos años, en los que se le echa la culpa de la situación al gobierno anterior y en la segunda mitad, ya asentados en el poder, empiezan a trabajar. En España a esto se le llama democracia, pero como sabéis para mi esto no es nada más que una falsa democracia, yo lo llamaría partitocracia, en donde la estructura de los partidos elige a sus más afines, a sus “perros” más fieles, aunque no sean válidos como “tontos útiles” para mantener el sistema, un sistema putrefacto, en el que por alcanzar el poder nos enfrentan unos a otros, con el fin de polarizar cada vez más a la población.
En el Guadiato, este mes hemos vivido algo parecido, con incluso pintadas al líder de la oposición por todo el municipio que jamás pueden ser justificación de ideología política o de actos que no han gustado a una parte de la población. Estoy seguro que unos pensarán que el pueblo a elegido a su lista más votada y que los que entran han usurpado el sillón de la alcaldía, esos mismos estoy seguro que elogian al presidente del gobierno que ha llegado al poder sin ser el candidato más elegido. Los otros pusieron el grito en el cielo cuando el número 1 del PSOE se alió con otros partidos para conseguir la presidencia, pero ahora alaban a los partidos que el pasado 24 de enero se hicieron con la alcaldía. En fin, la historia de siempre, cada uno tiene su realidad y se puede estar o no de acuerdo, la democracia permite gobernar a la lista que no es la más votada si otros partidos le dan su voto, esto es la democracia que parece idílica, pero que os vuelvo a repetir se debería llamar partitocracia, ya que las instituciones y por lo tanto los que nos sirven están al servicio primeramente de sus partidos y después de la ciudadanía.