Alba Morillo Moruno

Azuaga - CARTAS DEL LECTOR -

Llegaste para demostrarme que nada es casualidad porque ahora creo que la vida te coloca a las personas por algún motivo. Lo sé, fue difícil, pero, lograste romper esa puerta blindada que un día, te construí. Y, aunque dicen que todo tiene su fin, yo siempre estaré ahí. Incluso en la distancia.

Aún recuerdo cómo nos encontramos de la manera más tonta e impredecible. Poco a poco, pusiste mi mundo patas arriba. Convertiste mis momentos más insignificantes en inolvidables. Desde el primer instante, en el que compartimos una mirada, supe que tarde o temprano harías llover en mis ojos. Y lo peor, es que no me equivoqué.

¿Qué nos pasó? No lo sé. Pero, decidimos no volver a llamar al timbre para así poder apagar nuestras emociones. Aunque quedaron cenizas, nunca volvimos a recaer. Y, a pesar de que nos volvimos a ver, ya no quedaba rastro de esa conexión de alto voltaje que por poco nos llega a explotar.

Un día, me aseguraste que no me fallarías y después te fuiste pisoteando todas tus promesas. Soltaste mi mano y fue entonces cuando dejé de creer en los cuentos de amor.