Ya son veinticinco años que no estás con nosotros, pero para nuestra familia siempre estarás presente por ser el único abuelo que mis hermanos y yo hemos conocido. Todos los días leías el periódico ABC y cuando lo leías detenidamente sin gafas te liabas a pintar la portada las caras de las personas que salían en las portadas, dibujabas también tanto a bolígrafo como a lápiz que eras único, tenías una creatividad y memoria que todo el mundo le gustaba cuando tu hablabas, en el arte de dibujar no lo he heredado de ti, pero la pasión por la escritura y por leer el ABC si me viene por tu herencia.

He oído por la familia que siendo de izquierdas leías el ABC que era el periódico afín a Franco y después Monárquico más pegado a la derecha que a la izquierda, pero siempre decías que leías el ABC porque escribían gente muy culta y preparada para hablar de todos los temas y eso doy fe que escriben periodistas y personajes de todos los ámbitos eruditos y eruditas y altamente profesional. Yo tenía diez años cuando te fuiste pero esos diez años de vida que viví junto a ti te vi como algo más que un abuelo, te veía como un ser especial, sensible, humano, cercano, como gran extremeño que eras tenías tu genio de vez en cuando, pero siempre has conducido a tus hijos y a tus nietos por el buen camino, si no hubieras sido recto con ellos no hubieran sido las personas que son y somos hoy y que lástima que no hubieras vivido estos tiempos para sentirte orgulloso de nosotros y poder compartir juntos tertulias de política o de cualquier otra cosa y saborear juntos el ABC.

No es fácil vivir sin seres como tú, pero nos hemos adaptado a vivir entre la nostalgia y la melancolía de no tenerte, pero siempre estás presente, nos estás cuidando desde el cielo y seguro que nos estás viendo y engañándonos si hacemos algunas cosas mal, que a veces cometemos fallos, pero ahí estás tú para recordárnoslo. Hay cosas que no se pueden explicar recuerdo tus últimos días, estabas en la cama y yo te vi por última un par de días antes de fallecer, te vi en la habitación postrado en la cama y me despedí ti con la mirada y te llevé una botella de agua que me mando la tita a la tienda que se comunicaba con la casa. La tita te tenía en el mejor sitio de la casa, con una amplía habitación para ti, una buena casa y una buena comida, aunque comías poco, pero comías bien y sano, ojalá estuvieras viendo los logros de tus nietos, eras el único abuelo por parte materna que he podido disfrutar desde pequeño cuando la tienda que regentabas en otra zona del pueblo iba y me sentaba contigo a dibujar y a pintar y siempre me mirabas con esa mirada tan tierna de abuelo con esos ojos que transmitía sinceridad y amor. El ABC del Abuelo Manué, el ABC de la vida misma plasmada en una vida de juventud trágica porque en plena guerra civil lo iban a fusilar, lo iban a trasladar en una carroza para llevarlo a un sitio de Extremadura a su primo y a él a fusilarlos, pero un descuido de los que los iban a matar, tiró de su primo y de él y se tiraron por un barranco, salieron ilesos y de camino a casa un tío suyo que era Obispo de Badajoz los escondió durante un tiempo en el Obispado.

Qué tiempos aquellos y qué tiempos estos, en plena post pandemia de estos tiempos actuales por coronavirus hubieras sufrido igual, pero ya todo no sería igual sin poder contarte en este artículo lo mucho que tu familia y yo te echamos de menos. Sé que desde arriba sigues muy bien nuestros pasos y que siempre me animas a seguir en todos mis proyectos y cosas que hago a diario. Son ya veintisiete años sin ti, pero parece que no ha pasado el tiempo para decirte que sigas ahí viendo mi evolución tanto personal como profesional. ¡¡Te quiero y te queremos abuelo Manué!!.

Posdata: “La familia no es algo importante. Lo es todo” (Michael J. Fox).

SERGIO DELGADO CINTAS