Alba Morillo Moruno

Azuaga - Actualidad -

El mundo sigue girando y no espera. ¿Me permites un consejo? No lo dejes pasar.  Haz los sprints suficientes para no llegar a destiempo. La excusa más imperfecta que he escuchado es que "en esta vida no". Cuando sabes que lo correcto es luchar hasta el último momento aunque sepas que el partido ya está perdido.

Con el tiempo, he aprendido que la vida es demasiado corta como para ser cómplice de un sí a medias. Y acepto eso y me absuelvo de un error con tintes de fracaso.

A veces, se nos olvida que dejar las cosas para luego puede terminar siendo demasiado tarde. Son muy pocos los ratitos con los que nos vamos a quedar, por ello, busca ese hueco en tu agenda. Créeme, merece la pena porque nunca sabrás cuando será la última vez en la que todos esos momentos se frenen.

Hubo un día, en el que me di cuenta de que cada despertar era un escalón más para continuar con lo que venga. Y que los atajos no siempre te llevan hasta el lugar dónde quieres llegar. En ese momento, aprendí a disfrutar de las cuestas porque durante el camino, las vistas pueden resultar maravillosas.

Cuando me dijeron "no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy", más que un tópico se convirtió en una verdad. Porque sin darnos cuenta, el tiempo no espera y la vida pisa el acelerador y nos atropella. Y yo sé bien de lo que hablo.