EL DIVÁN 2.0
Parezco un tipo aburrido y distraído en mi más absoluta soledad. Conozco la palabra aturdido, merezco ser juez y parte de este disloque de lo que mi boca provoca.
Sobre el abismo en que me mezo, suelto rienda a mi pasión desmedida entre caballos sueltos por el prado y árboles de limoneros dejando impregne su enjuiciamiento de la corte larga.
Me juego la cara a que te apuesto a que te pierdo, y miro tu semblante sereno dispuesto a masticar nuestros días infames como chicle en boca.
Si hay algo interesante en esta vida es la forma del agua en tu cuerpo recorriendo los poros de tu piel poniendo de manifiesto que la fiesta durará toda la noche.
Comienza la batalla contra el rival más débil, no le den por muertos. De sus tristes almas volarán y sonarán las fanfarrias del triunfo.
Adrenalina, Sangre y Sed de venganza resonarán por todas las casamatas y redoblarán esos tambores anunciando la marcha hacia la gloria.
Por eso, me he sentido tan cerca del odio y del desastre, que una vez más me siento aquí contigo para desahogar mis penas, que escribiéndolas son menos penas.
Aludiendo mi cita con esta batalla, me siento ganador, siendo un miembro más del rival más débil, que nunca se dejará ni dará por vencido.
P.d.: «Soy el hombre delgado que nunca flaqueará jamás» (ENRIQUE BUNBURY).