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LO QUE NADIE VE

Voy a hacer lo que haría un asesino cuando va con los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado al lugar de los hechos. Era un veintidós de julio del año dos mil trece por la tarde había estado con mi hermano y habíamos quedado para cenar en el piso donde estaba viviendo en Córdoba. La cuestión que dicha cena no se produjo, le había dicho que no viniera que no quería que viniese y que me iba a acostar temprano, qué sabe Dios lo que hubiese pasado esa noche o en los días posteriores si mi comportamiento hubiera sido el mismo. Me acosté en la cama y el móvil no hacía nada más que sonar, de llamadas y mensajes de mi hermano, y del que fuera cuñado de mi hermano. Nada más que hice de acostarme con mi música puesta en mí mp3. rompieron la puerta la Policía Nacional y ahí empezó mi cambio de actitud, vi como toda mi vida entera me diese una segunda oportunidad, si no hubieran actuado de dicha manera no sé qué hubiese pasado esa noche o como he escrito anteriormente, no sé qué hubiese pasado en los días posteriores.

Acabé esa noche en urgencias del Reina Sofía, y posteriormente me ofrecieron, si yo quería voluntariamente, ingresar en el Hospital Provincial de Córdoba, en la quinta planta, donde estuve en el módulo de psiquiatría, y estuve casi dos meses ingresado, como en otro artículo escribí, recientemente, aquí, en mi sección de artículos, “El Diván 1.0”. En los tiempos actuales que nos ha tocado vivir no solo los sanitarios ayudan y se juegan la vida. Los cuerpos y fuerzas de seguridad también juegan un papel fundamental pero no solo en tiempos de pandemia, sino siempre por ellos y ellas, va mi más humilde tributo a ellos y ellas con este artículo. Con mi hermano también tuvieron un gran detalle salía de la casa de mi padre en Peñarroya-Pueblonuevo a su lugar de trabajo, en Córdoba, y de paso por Villanueva del Rey le dio un cólico nefrítico y quién salió al auxilio de mi hermano, fue la Guardia Civil del pueblo de Villanueva del Rey lo llevaron hasta el ambulatorio de dicho pueblo y custodiaron su coche en el cuartel de la Guardia Civil.

Todo esto que estoy narrando es en primera persona y como esto muchos más detalles que puedo contar. Tengo amigos y conocidos en los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad, y conozco varias actuaciones que han realizado a favor de los ciudadanos e incluso jugándose la vida. Sin ir más lejos hace algo más de tres años en mi pueblo cuando un grupo de personas, que estaban alterando al pueblo con sus actuaciones, se empleó varios miembros de ese mismo grupo, a golpear a un Policía Local con una barra de hierro le abrieron la cabeza y le dieron diecisiete puntos en la cabeza. El Policía Local es un conocido por nuestra familia y muy amigo nuestro. Yo tengo una anécdota con él ocurrió hace muchos años tenía aparcado mi coche en una zona donde no sé podía aparcar, yo era consciente de ello y me fui a una tienda cercana a comprar unas cosas y cuando volví los vi como estaban a punto de colocar la multa en el parabrisas, llegué al coche y al ver que era yo le dijo al compañero que rompiera la multa y con esos pequeños detalles me quedo y tal vez no se merecía ese triste lance que le había ocurrido, ni esa persona ni ningún otro miembro de los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad, que velan por nuestra integridad y nuestro bienestar. Lo qué nadie ve es su enorme labor que hacen día a día y tan poco valorado.

Desde este artículo de “El Diván 1.0”, le quería agradecer a la Policía Nacional por intervenir aquella noche y por hacerme ver que la mejor solución era recuperarme en el hospital provincial un par de meses en el módulo de salud mental y después seguir mi tratamiento en mi pueblo y en la casa de mis padres y decirle que estoy muy orgulloso de ellos y ellas y que no todos los aplausos vayan en una sola dirección, sino que también vaya para ellos por su enorme sacrificio y servicio hacia los ciudadanos. Y al Policía Local herido en mi pueblo por hacer su labor de presenciar y socorrer un accidente de tráfico, salvo que dicho conductor de uno de sus vehículos era menor de edad, pero no solo condeno dichas actitudes que ocurrieron, condeno mi total repulsa a dichos actos incívicos y el que no cumpla con esos deberes como ciudadano que sea sancionado como tal se merece con el que no cumpla con la ley. Todo esto que he escrito es lo que yo siento hacía la encomiable labor que hacen los cuerpos y fuerzas de seguridad de España, mi más humilde homenaje a todos y todas, ellos y ellas. Gracias por hacerme renacer de nuevo y me reitero nuevamente, que este artículo va para todos y todas, vosotros y vosotras.

POSTDATA: “LA CIUDAD DUERME Y ALGUIÉN QUE VELA POR NOSOTROS Y NOSOTRAS NOS PROTEGE Y SE JUEGA LA VIDA POR NUESTRA SEGURIDAD”

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Peñarroya-Pueblonuevo