Ocio -

La contaminación ambiental afecta negativamente a nuestra piel, taponando los poros, desmejorando su buen aspecto y pudiendo causar incluso algunos problemas cutáneos. El ozono es un buen aliado para mejorar estos trastornos puesto que limpia y desinfecta la epidermis, mientras mejora la circulación sanguínea de los tejidos, activando la regenaración celular y proporcionando una restauración biológica integral.

El principal tratamiento con ozono se centra en contrarrestrar los efectos negativos de la contaminación sobre la piel que producen el envejecimiento celular o la chonic silent inflammation, una inflamación producto de la exposición continuada de la piel ante los factores contaminantes. A este síndrome las células responden liberando enzimas que promueven un proceso inflamatorio que desemboca en envejecimiento celular. La acción hiperoxigenante del ozono, aplicado por vía tópica,limita la prolifereción de los radicales libres, desinfectando la epidermis. Otro de los beneficios de esta limpieza de la epidermis es la mejor penetración de los principios activos, que podrán actuar sobre la piel más efectivamente. Trastornos como el acné, la psoriasis o las microvarices pueden ser tratados con la aplicación del ozono. La ozonoterapia actúa sobre los hongos y estrías ayudando incluso a la mejor cicatrización de la piel.

La ozonoterapia puede aplicarse de diferentes modos, algunos equipos disponen de una cabina a través de la cual el usuario puede recibir el baño de ozono por vía capilar, mientras que otros aparatos optan por la succión y reinyección de la sangre ozonizada de forma automática. Las sesiones de ozonoterapia tienen una duración de entre 10 y 15 minutos y algunas incorporan también terapias de calor y luz.