Lourdes Paredes Cuellas

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"Si la Diputación nos retira la subvención nos planteamos no salir". Así de contundente se muestra Pedro García, el secretario de un BM Pozoblanco que sigue viviendo días difíciles y que empieza a plantearse la imposibilidad de continuar en la División de Honor Plata.

La situación del cuadro vallesano es asfixiante. Tras la retirada de Prasa como patrocinador principal tras 17 años, el club se ha visto envuelto en la convulsa política municipal de Pozoblanco. Tras el parón provocado por las elecciones del pasado 22 de mayo, la moción de censura que hace apenas diez días provocó un nuevo cambio de gobierno sólo ha jugado en contra de la entidad, que se ha visto obligada a "empezar de nuevo", como asume García.

Las reuniones tanto con el nuevo alcalde como con el concejal de deportes se han acelerado obligatoriamente, porque "estamos muy mal de tiempo", ya que apenas faltan tres semanas para que el equipo comience los entrenamientos de pretemporada. Pero a estas alturas, el Pozoblanco no tiene ni entrenador, ni jugadores (Espigol, el único que junto con Bustos tenía contrato, ya ha firmado con el Antequera) ni nada.

Y a todo eso se suma el corte en las ayudas de la Diputación a los clubes, lo que para el Pozoblanco puede ser la puntilla. La institución provincial ha sido uno de los grandes sustentos de la entidad en los últimos años, gracias en parte a las gestiones realizadas por el anterior diputado Pablo Lozano, pozoalbense y especialmente receptivo a las necesidades del club. Pero la salida de Lozano y la entrada de un nuevo equipo de gobierno con una amplia lista de recortes puede ser fatal para un Pozoblanco que se plantea muy seriamente la opción de no competir esta temporada en la DHB.

"Para nosotros, la Diputación es uno de los patrocinadores más importantes, y si no nos apoya sería bastante difícil salir", dice Pedro García, el portavoz de una directiva que ya sopesa la retirada como una opción más sobre la mesa. Pese a que el equipo está inscrito en la categoría y ya conoce su calendario, la decisión de no competir es algo que "cada día nos tenemos que plantear más. Nuestra intención es siempre salir, pero ahora mismo estamos en manos de la Diputación y de los políticos de Pozoblanco. Su predisposición inicial es buena, pero si no contamos con su apoyo, la continuidad es difícil por no decir imposible".

Mientras, el club está completamente paralizado, "porque no sabemos qué presupuesto tenemos, y no me puedo arriesgar a fichar a un jugador para decirle en febrero que no le puedo pagar porque no tengo más dinero". En esa situación, el Pozoblanco no se ha podido plantear el fichaje de un entrenador (Paco Escribano es la opción mejor situada) ni jugadores. Todo porque a día de hoy no sabe ni siquiera si podrá salir a competir.