José Alonso Ballester

Peñarroya-Pueblonuevo - Sociedad -

La Asociación de Vecinos “Paseo de la Estrecha”, de Peñarroya-Pueblonuevo, ha informado a este periódico de las gestiones que están realizando para evitar la instalación de un almacén de aceites usados que iría ubicado en el interior de donde ahora se almacenan las bombonas de gas butano y gas propano, frente a las calles Alfonso XII y Gran Capitán, entre otras muchas. Hemos habado con la presidenta de esta asociación que nos explica que ellos ni mucho menos se oponen a que pongan un almacén para recoger los aceites usados, pero que lo pongan en un polígono industrial que además es lo que marca la ley ya que la legislación vigente deja bien claro que este tipo de instalaciones deben construirse fuera de los núcleos urbanos, al menos a una distancia de 500 metros y alejadas de viviendas o colegios que es precisamente lo que no sucede en este caso concreto en Peñarroya-Pueblonuevo: “El pasado 29 de noviembre, los vecinos que viven alrededor de este almacén de gas butano y propano recibieron una carta del ayuntamiento local en la que se les decía que la empresa “Josefina Solaz” solicitaba la licencia de apertura para un proyecto que había presentado de almacenamiento de residuos vegetales, o sea de aceites usados de los que se utilizan en cocina, freidoras, etc. Al tratarse de un producto contaminante, tenían la obligación de comunicarlo a los vecinos más próximos a ese almacén y por supuesto ya de antemano no estamos de acuerdo con esa instalación que está dentro del mismo casco urbano, como tampoco estamos de acuerdo y sabéis que llevamos muchos años luchando contra eso, de que haya un almacén de bombonas de butano y de propano a menos de cincuenta metros de nuestras casas. Esta asociación ha presentado en el ayuntamiento de Peñarroya-Pueblonuevo las correspondientes alegaciones de por qué nos negamos a esa instalación, en ese almacén y al lado de casas y de colegios donde hay también muchos niños pequeños y menos pequeños, basándonos sobre todo en dos cláusulas que prohíben la construcción y desarrollo de este tipo de actividad; por un lado la normativa exige que este tipo de almacenamiento se puede hacer dentro del casco urbano siempre y cuando esté a más de 500 metros de la población y una segunda cláusula que establece que si hay polígonos industriales, esos almacenes deben ser instalados en dichos polígonos y no dentro de la población…”.

Los vecinos de esta zona de “La Estrecha” y por supuesto sus representantes a través de la asociación, nos confirman que van a esperar un tiempo como se les ha pedido desde la tenencia de alcaldía, pero que lo que sí tienen muy claro es que aquí viven personas y bajo ningún concepto van a permitir que les instalen ese almacenamiento de aceites usados para sufrir malos olores, además aseguran que la propia Unión Europea lo califica de producto contaminante y cancerígeno: “De momento estamos a la espera de una respuesta desde el ayuntamiento local a las alegaciones que les hemos presentado, también hemos solicitado una reunión con la alcaldesa y con el primer teniente de alcalde que ya nos ha recibido, el señor Alonso Lorenzo nos ha comunicado que se ha paralizado momentáneamente este proyecto, no sabemos si es verdad o no es verdad, también nos dijo que iban a mantener conversaciones con la empresa que quiere ejecutar el proyecto y a la cual iban a ofrecer un terreno en alguno de los polígonos industriales de Peñarroya-Pueblonuevo con el fin de que también pudiera salir de donde está, el almacén de butano y propano. Pero claro, si de verdad el ayuntamiento tuviera buenas intenciones en este tema María Gil ya nos habría recibido, sin embargo a día de hoy ni lo ha hecho ni sabemos que lo vaya a hacer, lo que sí tenemos muy claro desde esta asociación es que si ellos no dan ninguna solución entonces los vecinos del Paseo de La Estrecha se levantarán contra esa instalación y me gustaría que transmitáis todo esto a la ciudadanía peñarriblense, porque hay muchas personas que no conocen la existencia de este almacén de gas butano y propano que tenemos aquí y que es una auténtica bomba de relojería, en caso de que sucediera algún accidente…”.