Publicado el 23 de Junio de 2013, Domingo
Fuente Obejuna - Curiosidades -
Francisco Javier
Molina Hidalgo nació en Fuente Obejuna, el 31 de julio de 1987. Tras formarse
en el colegio público San Sebastián y en el instituto Lope de Vega, continúa
sus estudios en el centro educativo San José, de la localidad pacense de
Villafranca de los Barros, finalizándolos en la Universidad de Córdoba, donde
se licencia en Biología, por la que es master en Biotecnología celular,
molecular y genética.
En la actualidad, el joven estudia su doctorado en el
departamento de Bioquímica y Biología Molecular y está contratado con cargo al
proyecto denominado Biología molecular de la maduración del
fruto de la fresa. El objetivo del grupo, que dirige el profesor Juan Muñoz
Blanco, es el de "dilucidar la función que cumplen los genes involucrados
en procesos fisiológicos y vías metabólicas de interés en el proceso de
maduración del fruto y que determinan su calidad, mediante técnicas de biología
molecular", explica Francisco Javier.
Molina Hidalgo se encuentra en estos momentos en la
localidad de Freising, que está a unos 40 kilómetros de la ciudad bávara de
Munich. Realiza, durante tres meses, su estancia en el Centro de Ciencias de la
Vida y la Alimentación denominado Weihenstephan, que pertenece a la Universidad
Técnica de Munich.
El director de su grupo, denominado Biotecnología de
Productos Naturales, es el profesor doctor Wilfrield Schwab y tanto él como el
resto de sus integrantes, cuentan con un amplio currículo como especialistas en
biología química analítica.
Pero
¿qué es lo que hace concretamente, este mellariense en Alemania?. El biólogo
explica que "mi trabajo está enfocado a la caracterización funcional de
una enzima importante en el desarrollo del fruto de la fresa, función que lleva
a cabo "a través de la producción de la proteína y probando distintos
potenciales sustratos sobre los que puede actuar", así como - añade Molina
– “mediante la manipulación genética de plantas de fresa, para luego analizar
las posibles variaciones en los compuestos del fruto".
Este joven forma parte de un grupo que él mismo
define como "bastante internacional", integrado por "compañeros
que residen en diferentes regiones de Alemania y de países como Tailandia,
Indonesia, China y Túnez". Con los que se comunica "bastante bien en
inglés" porque, explica, "lo más difícil a la hora de adaptarse es el
idioma, ya que aún no domino correctamente el alemán y no todo el mundo aquí,
habla inglés", situación que, sin embargo, no plantea demasiados problemas
a este científico, quien destaca que "la gente aquí es muy amable y
hospitalaria". Preguntado sobre la opinión alemana acerca de los
ciudadanos españoles, el joven subraya que "mis compañeros tienen bastante
buen concepto de los españoles".
Lo que más añora este biólogo mellariense, es "a
la gente que se deja atrás, aunque mantengo contacto con ellos a diario
mediante internet" y, aunque lógicamente, en menor grado, señala que
"la comida, también se echa de menos".
A Francisco Javier, una de las cosas que más le ha
llamado la atención, es "la abundancia de
medios de que disponen aquí, que contrasta de manera clara con la precaria
situación que está sufriendo la ciencia en España, en estos momentos", por
ello, reconoce que "Alemania es un buen lugar para la formación".
Molina Hidalgo tiene como objetivo "continuar en
la carrera investigadora", aunque sabe que "en estos momentos, en
España es muy difícil y es necesario salir a otros países para continuar la
formación", situación que espera "sea de forma transitoria y que
dentro de no mucho tiempo, los investigadores que se están viendo obligados al
exilio, puedan regresar a España y reintroducir los conocimientos adquiridos
fuera", coincidiendo en planteamiento con quienes pretenden ofrecer
profesionalmente lo mejor de ellos, donde se formaron.
Lo merecen, ojalá lo consigan.
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