Publicado el 19 de Junio de 2017, Lunes Lourdes Paredes Cuellas
SALUD - La médico especialista en dermatología del hospital guadiateño nos
acerca con esta entrevista a una información de gran valor y utilidad respecto
al cáncer de piel, la moda del bronceado y los cuidados que debemos tener en
cuenta para protegernos del sol y del calor.
- ¿Cómo actúa el sol sobre la
piel? ¿Qué consecuencias tiene para nuestra salud la exposición solar
directa?
La luz solar está compuesta por
el espectro de la luz ultravioleta (UVA y UVB), luz visible e infrarroja. La
radiación ultravioleta es la causa principal de los efectos dañinos del sol en
la piel, actúa dañando el ADN de los genes que controlan el crecimiento de las
células y por lo tanto, interviene en el desarrollo del cáncer de piel.
Los rayos UVB son los principales
responsables de la quemadura solar y del cáncer de piel. La mayoría de los
fotoprotectores actúan frente a este tipo de radiación.
Los rayos UVA son los
responsables del fotoenvejecimiento (manchas, arrugas…), pero también potencian
la acción de los UVB en la aparición del cáncer de piel.
- ¿Hay distintos tipos de
cáncer de piel? ¿en qué se diferencian?
Clásicamente se han diferenciado
en dos grupos, cáncer cutáneo no melanoma y melanoma. El primer grupo es el más
frecuente, incluyendo al carcinoma basocelular y al carcinoma escamoso cutáneo.
Este tipo de cáncer de piel es más frecuente en pacientes con antecedentes de
exposición solar crónica, sobre todo en trabajadores del campo.
En cuanto al melanoma, es menos
frecuente, sin embargo su incidencia está aumentado en los últimos años y es de
peor pronóstico. Se relaciona con la quemadura solar, sobre todo en la
infancia, y tener piel clara sería un factor de riesgo, así como tener
múltiples lunares.
El carcinoma basocelular puede
presentarse desde una úlcera que no cura, en forma de costra que cae y vuelve a
aparecer, a una placa rosada o un nódulo perlado. El carcinoma escamoso suele
presentarse en forma de lesión verrugosa y suele crecer rápidamente.
El melanoma por otro lado, suele
ser una lesión pigmentada, en forma de mancha negra o de diferentes colores que
ha aparecido recientemente, o bien a partir de un lunar que ya se tenía pero ha
cambiado en los últimos meses, con bordes irregulares.
Comentar también que existen
lesiones precancerosas, muy frecuentes en la población, las queratosis
actínicas, suelen aparecer como lesiones rojizas con escama en su superficie,
dándole a la piel un tacto de “papel de lija” y suelen aparecer en zonas
fotoexpuestas (cuero cabelludo de pacientes con alopecia, faciales y dorso de
manos). La mayoría de las lesiones precancerosas y cancerosas de la piel, no
pican ni duelen, a diferencia de lo que la población suele pensar. Por lo que
ante la aparición de este tipo de lesiones, aunque sean asintomáticas, se
recomienda consultar.
- ¿Sólo tenemos que extremar
la precaución con el sol en verano?
Debemos tener precaución en
todas las estaciones del año, sobre todo aquellas personas que por su profesión
o aficiones estén sometidos a una exposición solar mantenida (trabajadores del
campo, albañiles, deportes al aire libre…)
- ¿Cómo se aplican de modo
correcto las cremas de protección solar y qué factor de protección debemos
usar?
Debemos aplicar el fotoprotector
media hora antes de la exposición solar, intentando cubrir todas las zonas
expuestas al sol, sin olvidar dorso de los pies, labios y orejas que suelen ser
los grandes olvidados. Deben renovarse cada 2 h y después de cada baño en la
playa o piscina, aun cuando sean waterproof.
El factor de protección depende
del fototipo de la persona, es decir, de la capacidad para el bronceado y no
desarrollar quemaduras. Cuanto más bajo sea el fototipo, mayor debe ser la
fotoprotección. También depende del índice de radiación UV, hora del día y
estación del año. Por lo general, recomendamos utilizar factores de protección
solar por encima de 30.
- Y en los niños pequeños,
¿podemos usar los mismos productos?
En menores de 6 meses se
recomienda no exponer directamente al sol, ya que su piel es especialmente
sensible a los efectos nocivos de la radiación UV y pueden irritarse con mayor
facilidad si se utilizan fotoprotectores. Se recomienda mantener siempre a la
sombra, utilizando gorros y ropa de algodón.
A partir de los 6 meses pueden
utilizarse fotoprotectores físicos, cuya función es la de reflejar la luz a
diferencia de los filtros químicos que absorben la radiación.
- ¿Tomar el sol puede ser también
beneficioso para nuestra piel o nuestra salud? ¿En qué casos y cómo deberíamos
tomarlo?
El sol tiene numerosas ventajas,
como participar en la síntesis de vitamina D, mejora el estado de ánimo, mejora
algunas enfermedades dermatológicas como la dermatitis atópica o la psoriasis.
Debe tomarse siempre en las
horas de menor intensidad, evitándolo de 11 a.m a 16 h, y no más de 20 minutos.
- ¿Es posible broncearnos sin
correr riesgos? ¿Son una buena opción, en este sentido las cremas
autobronceadoras?
El bronceado no deja de ser una
respuesta secundaria a la exposición solar, por lo que aumentaría el riesgo de
desarrollar cáncer de piel. Y al fin y al cabo, el bronceado es transitorio y los
efectos nocivos de la radiación UV persisten.
En este aspecto, la industria
cosmética ha evolucionado favorablemente en los últimos años, permitiendo
conseguir un bronceado más natural con las cremas autobronceadoras.
- Precisamente con la moda
del bronceado las cabinas de rayos UVA siguen en auge ¿Son peligrosas?
Como hemos comentado
anteriormente, la radiación UV se relaciona con la aparición de cáncer de piel,
arrugas, manchas, telangiectasias…En el caso de las cabinas de rayos UV tienen
una intensidad de radiación superior a la solar, siendo más perjudiciales para
la salud.
Desde la AEDV (Academia Española
de Dermatología y Venereología) ya se ha alertado del riesgo que supone el uso
de este tipo de cabinas.
- Al hilo de la estética
ligada a la belleza y salud de la piel, ¿es cierto que la mejor crema
antienvejecimiento que existe es un buen fotoprotector solar?
Lo ideal es prevenir más que
curar…y en este caso, la utilización de protectores solares sería la mejor
medida para prevenir el fotoenvejecimiento y, por supuesto, el desarrollo del
cáncer de piel. Como se ha comentado en muchas ocasiones: “la piel tiene memoria”.
Existen otras cremas, como las que contienen retinoides, a las que avalan
estudios científicos y que se han demostrado efectivas como cremas antienvejecimiento.
- Con todo lo que hemos
hablado, ¿qué recomendaciones o pautas nos daría para protegernos del sol
y del calor?
En primer lugar, evitar la
exposición solar en las horas de más intensidad (de 11 a 16h). Una forma fácil
de saberlo es mirar la longitud de la sombra, cuanto más alargada sea la
sombra, más segura será la exposición.
Utilizar fotoprotectores, los
químicos suelen ser más cosméticos, y hoy en día han evolucionado mucho (los
hay para todo tipo de piel, sin dejar sensación grasa, incluso los hay para
utilizar con la piel húmeda), aplicando media hora antes de la exposición solar
y renovando su aplicación cada 2 h.
Es fundamental también el uso de
sombreros, gafas de sol, ropa y sombrillas con factor de protección solar, y
utilizar el protector solar a pesar de estar bajo la sombrilla, ya que ésta no
protege de la radiación que se refleja en la arena.
Hacer especial hincapié en
aquellas personas con mayor riesgo de desarrollar un cáncer de piel: niños,
exposición solar crónica (trabajos y deportes al aire libre), personas con
fotototipos de piel claro, múltiples lunares e inmunosuprimidos (como los
trasplantados en tratamiento inmunosupresor).
Por Asociación Amigos del Corazón
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