Fuente Obejuna - Sociedad -

En días pasados, tuvo lugar en la iglesia de los Padres Franciscanos, de Fuente Obejuna, una eucaristía presidida por el Hijo Predilecto de la Villa, monseñor Miguel Castillejo y concelebrada por el Provincial Franciscano Severino Calderón, el Secretario Provincial Julián Bartolomé, el Guardián Provincial de Granada, Onofre Núñez, el Guardián de Estepa y vicepostulador de la Provincia Franciscana de Granada, Joaquín Zurera y el párroco mellariense, Juan Laguna. A la misma asistió la alcaldesa Isabel Cabezas, la concejala de cultura Joaquina Alonso, el Cabo Jefe de la Policía Local Francisco Amaro y el sargento de la Guardia Civil, Francisco Navarro, junto a representantes de las hermandades mellarienses.

    En la homilía, Miguel Castillejo desglosó sus recuerdos relacionados con la presencia franciscana en Fuente Obejuna, así como el encargo del obispo para que, con motivo de la profanación de los restos de los frailes, éstos fueran depositados en un lugar más adecuado y seguro. Miguel Castillejo afirmó estar seguro de que "estos hombres serán santos y esta iglesia, un lugar de peregrinación". El Prelado de Honor de Su Santidad tuvo también un recuerdo para el obispo actual, Juan José Asenjo, destacando su sencillez y sensibilidad. Finalmente, Miguel Castillejo pidió para que "nuestros santos mártires, a todos nos reconcilien y nos sintamos todos como una familia", tras afirmar que "los mártires son de todos los hijos de Fuente Obejuna".

    Tras la eucaristía tuvo lugar un concierto de la Coral Tuccitana, procedentes de la localidad jiennense de Martos. Dirigidos por Fernando Coloro, interpretaron cuatro temas. Faltaban escasos minutos para las 22 horas cuando sonaron los primeros acordes del Himno a los mártires franciscanos de Fuente Obejuna. Al finalizar la eucaristía y tras regalar un CD a la alcaldesa, Isabel Cabezas y la partitura a Miguel Castillejo, cuya fundación sufragó el disco, todos los asistentes al acto recibieron uno, editado por la Provincia Franciscana de Granada de Nuestra Señora de Regla, con motivo de los 800 años de su fundación, provincia de procedencia de los ahora beatos mellarienses.