Hoy celebramos una de las fiestas más arraigadas y apreciadas por todos los belmezanos, el Día de los Tomillos, siendo víspera de la onomástica de San Sebastián. San Sebastián fue un centurión romano martirizado por no renunciar a la fe cristiana. Además, es uno de los más importantes protectores contra la peste en la Edad Media. Los orígenes de esta tradición podrían estar relacionados con la peste y otras epidemias que causaban devastación de la población. Y es que, según parece, cuando una persona era infectada, sus enseres eran quemados por temor a que pudieran estar infectados. Es en este momento cuando el tomillo juega un papel importante, introduciéndolo en esas hogueras con el fin de paliar el mal olor que se desprendía de ellas.

El "Día de los Tomillos" es una tradición antiquísima grabada en la memoria de todos nosotros desde bien pequeños. ¿Quién no recuerda las excursiones con familiares y amigos al puerto a buscar tomillos, en un día frío y nebuloso de invierno?. Ya los días previos a la celebración, el ambiente festivo y de unión era y es palpable. ¿Y qué decir de aquellos barrios y vecinos que se reunían, y se reúnen, alrededor de la hoguera para compartir chacinas y productos típicos de la tierra?. En torno a la hoguera, entonamos la canción tradicional a San Sebastián, con nuestras caras tiznadas.

Hoy sábado y mañana domingo, Belmez se envuelve de esencia de tomillo, suponiendo una experiencia única que ensalza la riqueza cultural de nuestras tradiciones.

AYUNTAMIENTO DE BELMEZ