A pesar de que no era la primera misión de ayuda internacional, la experiencia ha sido dura. Muy dura, pero ya están en casa. Los últimos siete días serán difíciles de olvidar para Salvador García, Antonio Caballero y José Gregorio Martín Pazo, los tres bomberos cordobeses que se marcharon en misión de ayuda humanitaria hasta Turquía, con Bomberos Unidos Sin Fronteras. No van a olvidar el momento en el que Harpo, uno de sus perros ladró señalando vida bajo los escombros de un edificio derruido en Elbistán.

Salvador García, Antonio Caballero y José Gregorio Martín Pazo, los tres bomberos de Córdoba que han colaborado en las labores de rescate de víctimas del terremoto de Turquía a su llegada a Córdoba. No van a olvidar la voz de la niña a la que pudieron sacar entre los cascotes, después de 14 horas de trabajo para conseguir evacuarla al hospital. No van a olvidar la sensación de las réplicas del terremoto durante los primeros días de ayuda, el dolor y la mirada perdida de los supervivientes, el cansancio y el frío. El intenso frío del invierno turco.

Vuelven con la sensación del deber cumplido, pero impactados por la magnitud del desastre en Turquía, donde el número de víctimas se acerca ya a las 40.000 personas. Los efectivos cordobeses han aterrizado este lunes en Madrid y ya por la tarde han sido recibido de esta manera por sus familiares y amigo en la Estación de Córdoba.

El presidente del Consorcio Provincial de Extinción de Incendios Rafael LLamas, dio la enhorabuena a los efectivos del consorcio por su labor en Turquía y puso en valor el rescate que llevaron a cabo en Elbistán, donde los bomberos consiguieron rescatar con vida a una chica de 25 años que ya está fuera de peligro ingresada en un hospital turco.