Publicado el 21 de Septiembre de 2015, Lunes Lourdes Paredes Cuellas
SALUD - El 22 de septiembre es el Día Mundial de un
tipo de leucemia concreta, la Leucemia Mieloide Crónica, que representa
aproximadamente el 15% de todas las leucemias. Al hilo de esta efeméride,
aprovechamos para conocer más acerca de esta enfermedad (qué es, por qué
aparece, los distintos tipos de leucemias, sus síntomas, diagnósticos y tratamientos).
Contamos para ello con el médico especialista en Hematología y Hemoterapia del
Hospital de Alta Resolución Valle del Guadiato, Manuel Capote Martínez.
¿Qué es
una leucemia?
Es un tumor maligno de las células
precursoras de la sangre. Se origina en la médula ósea y en ocasiones afecta a
los tejidos del sistema inmune (ganglios, hígado, bazo) u otros órganos a los
que invade a través del torrente sanguíneo (médula espinal, cerebro,
testículos, etc.).
En la médula ósea normal proliferan los
distintos precursores de glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Cuando se origina
una leucemia, la médula se llena de gran cantidad de glóbulos blancos anormales
e inmaduros, los blastos. Éstos no funcionan de modo adecuado y se multiplican
desordenadamente.
¿Por
qué aparece?
Como en la mayoría de tumores, su causa se
desconoce, si bien hay factores de riesgo que pueden favorecer su desarrollo:
larga exposición a agentes tóxicos (productos químicos, insecticidas…),
radiaciones de gran intensidad, tratamientos previos con quimioterapia y/o
radioterapia por otros cánceres, enfermedades previas de la médula ósea (como
síndrome mielodisplásicos, aplasia, mielofibrosis).
Las leucemias son adquiridas, no se heredan;
solo en algunas enfermedades congénitas (tales como síndrome de Down o anemia
de Fanconi), aumenta la predisposición a sufrir leucemia. Asimismo, las
leucemias no son contagiosas.
Tipos
de Leucemias
Distinguimos dos tipos de leucemias:
Agudas: de instauración rápida, suelen dar síntomas
de forma precoz y exigen tratamiento urgente.
Crónicas: De instauración gradual, dan pocos o
ningún síntoma al inicio, y a menudo se diagnostican de forma casual durante
algún control analítico.
También se puede clasificar las leucemias
según las células sanguíneas a las que afecten:
Mieloides: Afectan a todas las células de la
sangre excepto los linfocitos; pueden ser crónicas o agudas.
Linfoides: Afectan a los linfocitos de la
sangre; pueden también ser crónicas o agudas.
Leucemias
Agudas
Signos y síntomas: La médula ósea ocupada por
las células malignas o blastos, es incapaz de producir correctamente las células
normales de la sangre, y esto se traduce en:
Anemia: por falta de producción de glóbulos
rojos. El síntoma más característico es cansancio y palidez. Puede producir
dolores de cabeza, mareos, zumbidos de oídos, ahogo, dolor torácico u opresión
en el pecho.
Plaquetopenia o trombopenia: por disminución
de la producción de plaquetas. El síntoma más típico es el sangrado:
hemorragias nasales, de encías, hematomas y puntos rojos en la piel.
Disminución de las defensas: son frecuentes
las infecciones y aparece fiebre, llagas en la boca o úlceras.
Cuando los blastos invaden otros tejidos,
pueden aparecer otros síntomas: crecimiento de los ganglios linfáticos, dolor
abdominal por crecimiento de hígado o
bazo, etc.
Otros síntomas inespecíficos son: dolor de
huesos o articulaciones, sudoración por la noche, pérdida de apetito y de peso.
¿Cómo
se diagnostican?
Si el paciente refiere cualquiera de los
síntomas, el medico puede indicar un análisis de sangre normal o hemograma para
detectar una posible leucemia. Una vez detectada la anomalía de la sangre, el enfermo
debe remitirse al hematólogo quien completa el estudio diagnóstico con examen
de sangre y de médula ósea.
¿Cómo
se tratan?
El tratamiento es complejo y varía según el
tipo de leucemia, la gravedad de la enfermedad, la edad, síntomas y salud
general del paciente.
El tratamiento básico es la quimioterapia.
Leucemias
Crónicas
Las más frecuentes son la leucemia mieloide crónica
y la leucemia linfática crónica.
Ésta última es la leucemia más frecuente, y
afecta en especial a las personas más mayores.
¿Qué síntomas origina, cómo se diagnostica y
trata?
La mayoría de veces, la leucemia linfática
crónica produce muy pocos síntomas, y se diagnostica por casualidad cuando se
hace un análisis de sangre por otro motivo.
Consiste en una proliferación descontrolada
de linfocitos, que se hallan en la sangre y en el sistema inmune (ganglios,
bazo, etc.). Es la más benigna de todas las leucemias y en muchos casos puede
que no se trate. En tal caso se vigila con análisis periódicos, pues existe la
posibilidad de que empeore con el tiempo.
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