Ocio -

    El ácido fólico interviene  en procesos capitales , como la formación  de los ácidos nucléicos ADN y ARN, el metabolismo de determinados aminoácidos,la formación del grupo hemo de la hemoglobina y la síntesis de neurotransmisores y elementos propios de las células nerviosas. Las investigaciones permitieron conocer que tomar suplementos de ácido fólico antes de la concpción y durante los primeros meses de embarazo reducía de forma significativa el riesgo del recién nacidos con defectos de cierre del tubo neural.

Más tarde, los estudios se centraron en la relación entre la suplementación con ácido fólico y la disminución de los niveles de hemocisteína en plasma, un importante hallazgo teniendo en cuenta que este es un factor de riesgo en las enfermedades cariovasculares, estudios posteriores han señalado que un bajo nivel de folatos está asociado también a los cánceres de cérvix, colon y recto, pulmón, esófago, cerebro, páncreas y mama. De todos ellos destaca, por su relación directa con la dieta, el cáncer colonrrectal. La defieciencia de esta vitamina, cuya manifestación clínica clásica llamada anemia megaloblástica, es una de las más comunes en todo el  mundo.

   Las causas pueden ser múltiples, pero la más importante es su ingesta insuficiente. Puesto que los alimentos vegetales como frutas, hortalizas, legumbres, frutos secos y cereales son su mejor fuente alimentaria, la presencia creciente de alimentos de origen animal en la dieta puede explicar en parte este dato, a lo que hay que añadir la excesiva ingesta  de alimentos manipulados y procesados en particular si se tiene en cuenta la sensibilidad de los folatos a los  agentes físicos y químicos del entorno. Las frutas como la naranja, el mango y el kiwi contienen entre un  20 y un 40 mcg. de ácido fólico por 100gr.