Lourdes Paredes Cuellas

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Un ganadero del Guadiato ha sido condenado a pagar una multa de 27.000 euros por un delito continuado de daños cometido al abatir con una escopeta 15 vacas de su vecino, con el que mantenía una enemistad por asuntos de lindes. La sentencia del Juzgado de lo Penal número 2 también condena al procesado -A. M. H.- a indemnizar al denunciante con una suma de 15.000 euros. El suceso se produjo entre finales de agosto y el 6 de septiembre de 2006. Como si de un episodio de la España negra se tratara, la resolución considera probado que el encartado accedió en varias ocasiones con una escopeta cedida por otra persona a la finca Samaniego, en el término municipal de Belmez, y dio muerte a 15 cabezas de ganado. Tras acabar con los animales, los arrastraba hasta una finca colindante de su propiedad, en el término de Villanueva del Rey, donde los dejaba abandonados en zonas de difícil acceso para evitar ser descubierto.

El letrado de la acusación, Juan Rodríguez Marañón, explicó que en la vista oral quedó al descubierto que el incidente tuvo su origen por un problema de lindes. Durante la instrucción, fue imputada una segunda persona que falleció antes de celebrarse el juicio y a la cual, supuestamente, pertenecía la escopeta. A. M. H. tiene antecedentes penales por tenencia de armas, aunque estos hechos no son computables a efectos de reincidencia en el caso de Belmez.

La sentencia explica que la prueba fundamental para la condena fue la declaración de un menor que, al parecer, acompañaba al encartado cuando cometió los hechos y, arrepentido, se decidió a acudir al puesto de la Guardia Civil en Peñarroya-Pueblonuevo para relatar lo que había sucedido. Los agentes realizaron varios reconocimientos del terreno y encontraron los restos de las reses en los terrenos propiedad de A. M. H. Aparte de las 15 cabezas de ganado que fueron abatidas, el procesado dejó varios animales malheridos en sus incursiones en la finca colindante.