El consejero de Transformación Económica,
Industria, Conocimiento y Universidades, Rogelio Velasco, la secretaria de
Estado de Energía, Sara Aegesen, y la Federación Española de Municipios y
Provincias (FEMP) han suscrito, de forma telemática, los protocolos de
actuación que darán soporte a los convenios de Transición Justa para el cierre
de las centrales térmicas de Carboneras (Almería), Puente Nuevo-Valle del
Guadiato (Córdoba) y Los Barrios (Cádiz).
Estos documentos tienen como objetivo establecer un
marco general de colaboración e intercambio entre administraciones, del que se
derivarán procesos participativos abiertos que canalizarán los diferentes
proyectos y medidas de transformación económica de esos territorios aportados
por los agentes económicos y sociales locales. Estas fases de cooperación darán
como resultado los denominados convenios de Transición Justa, con los que se
busca impulsar la generación de alternativas económicas para las zonas
afectadas por el cese de actividad de las centrales de generación de energía
eléctrica (térmicas de carbón y nucleares) y de explotaciones mineras de
carbón.
Velasco ha destacado que “estos protocolos
constituyen un paso decisivo para fijar los objetivos estratégicos y definir
las actuaciones concretas que han de llevarse a cabo para promover el
crecimiento económico sostenible, el bienestar social y el empleo en estos territorios”.
Según ha remarcado el titular de Transformación Económica, esta firma
constituye para los agentes económicos y sociales de la zona y para sus
ciudadanos “una garantía de que todo este proceso se hará con el trabajo y esfuerzo
conjunto de todos”.
En la comunidad andaluza, se benefician de esta
iniciativa un total de 15 municipios: uno de la provincia de Almería
(Carboneras), tres de Cádiz (Los Barrios, La Línea de la Concepción y San
Roque) y once de la provincia cordobesa (Belmez, Espiel, Fuente Obejuna, La
Granjuela, Los Blázquez, Obejo, Peñarroya-Pueblonuevo, Valsequillo, Villaharta,
Villanueva del Rey y Villaviciosa de Córdoba).
Los convenios deberán incluir uno o varios
proyectos tractores de impulso de cada una de los enclaves, así como la puesta
en marcha o el refuerzo de iniciativas empresariales más específicas que
conformen, junto a estas acciones estratégicas, un plan de desarrollo y
especialización territorial coherente y sostenible. Asimismo, darán cabida a otras
actividades que se identifiquen como nichos de empleo particularmente
interesantes para las zonas de actuación. Con estos instrumentos se pretende
ofrecer salidas económicas compensando la pérdida de riqueza y empleo debido a
los cierres.
Prioridad a energías
renovables, movilidad sostenible y economía circular
La transición justa para estos 15 municipios pondrá
el acento en el desarrollo de actividades relacionadas con las energías
renovables y la eficiencia energética, la movilidad sostenible, la rehabilitación
de edificios o la economía circular. También se dará prioridad a la
eco-innovación, la restauración de ecosistemas, la biodiversidad, la adaptación
al cambio climático, la agricultura ecológica o de secano, la ganadería
extensiva o el turismo sostenible, entre otros.
Precisamente, con el fin de imprimir un impulso a
este mecanismo de cooperación administrativa, desde el Ejecutivo autonómico ya
se está trabajando en la identificación de proyectos tractores en estos ámbitos
económicos, sobre todo, actuaciones de carácter industrial relacionadas con la
sostenibilidad y la economía circular. “Apostaremos por el desarrollo
industrial, teniendo en cuenta los beneficios que aporta este sector en cuanto
a empleo de mayor calidad, impacto en el territorio y su resiliencia ante
ciclos económicos adversos”, ha apostillado el titular de Transformación
Económica. Según ha remarcado “son iniciativas capaces de proyectar un futuro
económico basado en la innovación, el aprovechamiento de los recursos
endógenos, el crecimiento del capital humano y el desarrollo tecnológico y de
conocimiento de la comunidad”.
Todas esas acciones se fundamentarán en la
colaboración público–privada y buscarán la diferenciación de la región como
región industrial y su crecimiento en solvencia, en línea con la política
industrial de Andalucía para el horizonte 2030, en cuya elaboración está
inmersa la Consejería de Transformación Económica.
En el marco de estos protocolos, Rogelio Velasco ha
asegurado que la Junta de Andalucía pondrá a disposición todos los recursos y
herramientas con los que cuenta la Administración autonómica, refiriéndose a
las líneas de incentivos al desarrollo industrial, los canales de captación de
inversiones estratégicas, el apoyo a la internacionalización o la formación
para la adaptación profesional de los trabajadores. También favorecerá el
desarrollo de estas iniciativas la reforma normativa puesta en marcha en esta
legislatura, con la que se ha logrado una mayor simplificación de trámites
relacionados con la actividad económica o la agilización de la declaración de
proyectos estratégicos.
Cierre de las centrales
En el municipio almeriense de Carboneras, Endesa
comunicó en diciembre de 2019 su petición de cierre de la planta térmica,
aduciendo como motivos la profunda modificación de las condiciones de mercado
por el incremento en el precio de los derechos de CO2 y, por consiguiente, la
escasa competitividad de la combustión de carbón para la generación de energía
eléctrica. La empresa prevé cerrar la central en junio de 2021. En el momento
de la solicitud de cierre trabajaban en estas instalaciones un total de 269
empleados, 137 personas en plantilla y 132 de subcontratas.
La central de Puente Nuevo, ubicada en el municipio
cordobés de Espiel, pertenece a la compañía Viesgo Producción, que solicitó al
Ministerio para la Transición Ecológica el cese de la actividad para diciembre
de 2020. En la planta trabajaban 69 personas en plantilla y 60 de subcontratas.
Viesgo también es la titular de las instalaciones térmicas
de Los Barrios en el Campo de Gibraltar, cuyo desmantelamiento será solo
parcial para facilitar una posible actividad futura. La eléctrica ha tomado
esta decisión por la falta de viabilidad de una central de carbón en las
condiciones actuales del mercado.