Publicado el 17 de Mayo de 2023, Miércoles Felipe López del Rio
CARTAS DEL LECTOR -
Hace más de 45 años que
terminó la dictadura franquista y España se encaminó a una transición
escalonada, con algún que otro percance, que se saldó con un apoyo
incondicional a la democracia en la que hoy nos encontramos. Dictadura, tras la
cual, los españoles se unieron de nuevo, dejaron sus egos, sus enfrentamientos,
por el bien de una nación. Desde hace ya algunos años nuestros gobernantes
parecen haber olvidado aquel espíritu que nos llevó a grandes logros, a grandes
avances como sociedad. Su falta de ética más allá de la de su propio ego y
bolsillo es descomunal pero que hoy la sociedad esté más dividida no es culpa
de los políticos que defienden su trasero sino de la propia sociedad.
Nos hemos convertido en meras
marionetas de lo que ellos piensan que es mejor o de lo que ellos determinan
para protegerse simplemente entre ellos. Somos los juglares del siglo XXI que
vociferan lo que el gobernante quiere, volvemos a enemistarnos, a
desacreditarnos, simplemente por ser que nuestras convicciones son diferentes a
la del que tenemos en frente. Familiares, amigos o hermanos se enfrentan como
si la vida les fuera en ello, además lo hacen en lo que hoy es el mayor campo
de batalla que existe, las redes sociales, escudados en una falsa impunidad que
les da una pantalla y un teclado.
No hemos aprendido nada de
aquellos hombres y mujeres que bajo sus convicciones lucharon por una
transición en ese momento y una democracia consolidada después. Exigimos en el
más estricto exilio de nuestra casa de nuestro rincón, con miedo al amo, como
si le debiéramos algo a alguien, como si nuestro trabajo dependiera de un
alcalde o de un concejal que por ser a fin a nuestras ideas hay que agradecerle
todo y reprocharle nada. Somos conformistas con todo, nos morimos como pueblo
en singular y como comarca en plural y todavía rendimos pleitesía a lo que hoy
se considera nobleza. Estamos demasiado pendientes del momento final de nuestra
vida, de la muerte, aunque esté mal decirlo, solo nos preocupa el hospital y no
me mal entiendan, claro que hay que luchar por el hospital del Valle del
Guadiato, no hacerlo sería de insensatos, pero la falta de especialistas solo
obedece a la falta de personal especializado que quiera venirse aquí a nuestra
zona y no se vaya a otros hospitales en zonas donde el desarrollo sea mayor.
Por lo que nuestro principal problema, es el desarrollo industrial,
socio-económico y cultural.
El gobierno central acaba de guardar
en un cajón la conversión de la N-432 en autovía lo que implicaría una mejor
conexión para nuestros municipios con la capital de provincia, Córdoba. De la
misma forma, hace unos meses desestimo el aumento de la potencia eléctrica,
echo diferenciador para que las empresas opten por nuestros municipios en lugar
de otros, de echo el generador con el que cuenta Espiel, comprado por el
gobierno local de Jose Antonio Fernández, ha sido su gran baza para que
empresas de todos los sectores elijan a su municipio para instalarse, debiendo
acometer en varias ocasiones aumento del terreno industrial. Gracias a este
hecho sin precedentes la comarca cuenta con un foco de trabajo en el que muchos
de nuestros vecinos de nuestros pueblos encuentran su desarrollo laboral y hace
que la situación socio-económica de nuestros municipios no roce la precariedad.
Como les decía, en vez de buscar solución, de
aunar fuerzas para que estas dos circunstancias se vean corregidas
(reconversión de la N-432 a autovía y potenciación de la red eléctrica), en
tiempo de lecciones nos dedicamos a criticar las listas electorales y a los
integrantes que las componen, como si no fueran esas personas lo
suficientemente valientes de, la mayoría sin necesidad económica, echar a andar
un proyecto político y común para dejar de ser el vagón de cola en la provincia,
en Andalucía y en España y seamos de una vez por todas la locomotora.
Hay un dicho que para atrás,
ni para tomar impulso, pero es necesario mirar atrás ver de donde venimos, en
donde estamos para no volver a repetir errores.
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Noticia redactada por : Felipe López del Rio
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