La delegada de Salud y Consumo, María Jesús Botella, ha presidido la concentración con motivo del Día Europeo contra las Agresiones a Profesionales Sanitarios y ha recordado que el pasado año hubo 149 agresiones, físicas y no físicas, a profesionales del sistema sanitario público andaluz en la provincia de Córdoba. Botella ha señalado que el Gobierno andaluz trabaja en la puesta en marcha de iniciativas encaminadas a reducir el número de agresiones y a mejorar el acompañamiento y atención a profesionales sanitarios víctimas de estos actos. La delegada ha informado que la provincia ha sido la quinta de Andalucía en frecuencia de agresiones y que en la comunidad se comunicaron un total de 1.564 agresiones a profesionales, por lo que Córdoba representa el 9%.

Más del 50% se producen en Atención Primaria y la mayoría son verbales. En el Distrito Córdoba-Guadalquivir se han producido 38 agresiones, lo que representa el 25,5% del total de la provincia. Botella ha destacado las acciones formativas en los centros de salud con las fuerzas de seguridad, así como reuniones con trabajadores sociales. De forma preventiva se avisan a las fuerzas y cuerpos de seguridad, y los centros de salud y consultorios disponen de cámaras de videovigilancia y software antipánico. Igualmente, cuando se produce una agresión se dispone de profesionales guía que acompañan y aconsejan a sus compañeros.

Manifiesto

El manifiesto ha mostrado el apoyo y solidaridad a los profesionales que han sido víctimas de una agresión en algunos de los centros u hospitales del SAS durante 2023, agresiones que se ha producido mientras realizaban su trabajo para servir a la ciudadanía y cuidar de la salud. La concentración ha mostrado la condena más enérgica, la absoluta repulsa y rechazo a todo tipo de actitudes violentas en la sanidad pública. Igualmente, el manifiesto recoge que todas las personas tenemos derecho a recibir asistencia sanitaria en un ambiente seguro y tranquilo, sin violencia. Las agresiones en los centros sanitarios atentan contra el colectivo profesional y la confianza de la ciudadanía en nuestra sanidad pública. Agresiones físicas o verbales, insultos o abusos deben ser erradicados de los centros sanitarios. Debemos concienciar sobre el daño que provocan y evitar un clima de desconfianza.

La ciudadanía debe hacer un uso adecuado de los centros sanitarios. Poniendo en valor sus derechos y respetando sus deberes, manteniendo un ambiente de cordialidad, confianza y respeto mutuo.

Entre todas y todos debemos fomentar el respeto a las personas que velan por nuestra salud. Ese respeto debe ser valor fundamental de nuestra sociedad, una sociedad avanzada, solidaria y libre. Es esencial que vayamos de la mano para promover una conciencia social positiva de los servicios sanitarios como bien público que, con mucho trabajo y esfuerzo, hemos construido a lo largo de los años. Debemos cuidar este bien común y, especialmente, a sus profesionales sanitarios que son el alma de nuestra sanidad.

JUNTA DE ANDALUCÍA