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IDENTIDADES

EL DIVÁN 1.0

Te llegan cartas a tu buzón con remitente ausentes de voto de castidad, carentes de una hoja en blanco, pero neutro de todo lo que sea fuera de serie y altamente odioso por una parte de la nación. Un país un tanto poético el nuestro que hace maravilla alabar y llorar a nuestros muertos, que se lo digan al pobre de Alfredo Pérez Rubalcaba, aquel buen hombre que bien diagnosticó al gobierno de Pedro Sánchez, como gobierno “Frankenstein”, dando manga ancha a los catalanes independentista y a los bilduetarras, entre otros partidos veletas como el PNV, que juega a favor del viento del gobierno que a ellos le conviene. ¡Salvemos a nuestra Reina!, como bien dice la letra del himno de Inglaterra, tomemos constancia de ello en España, y salvemos a la nuestra, pero a la emérita, que desplantes tras desplantes por parte de su familia, ahora la futura reina Leonor, que le esquivó el saludo en los premios “Príncipes de Asturias” de este pasado final de Octubre en el palacio de Campoamor donde se entregaban los premios. Hay que decir, que a la reina Sofía, los enemigos los tiene dentro de la familia real, no fuera, con un rey emérito, Juan Carlos I, que ha sido nunca mejor dicho en el sentido de la palabra para su esposa, un auténtico “Bribón”.

Llegamos después a los extremismos, al éxtasis, a la euforia, a los ríos de color purpura, y vemos a un tal Iñigo Errejón, harto de farlopa y sustancias psicotrópicas en los cuerpos de sus supuestas víctimas por acoso y abusos sexuales, digo supuestas víctimas y presunto agresor, porque la justicia, aunque a veces es lenta, tenemos que dejar que siga su cauce, y que una vez por todas haga justicia. A veces algunos partidos políticos hacen apología de feminismo y de igualdad y tienen en el mismo cesto a la manzana podrida que pudren a las demás manzanas. Un lobo solitario que amenaza al rebaño de ovejas, esa carne débil y apetitosa de dicho animal, donde el lobezno huele la sangre de sus víctimas mientras juega al quién es quién, definiendo y esquematizando a sus futuras víctimas. Siento un hartazgo de estos “politicuchos”, que van de “guay”, y que no tienen ningún escrúpulo como empatía por sus votantes. Sigamos con estas faltas de identidades por parte de nuestros políticos, todos sabemos lo que significó para nosotros la pandemia del covid-19, con ciento de miles de muertos en nuestro país, donde algunos con esta tragedia pandémica se lucraron y malversaron con nuestros impuestos con el tema de las mascarillas, como todos conocemos como “El caso Koldo”, una trama que salpica a todo el PSOE, y no digamos lo de otra trama, la de la mujer del presidente, Begoña Gómez y sus turbios negocios a los amiguetes de su matrimonio e incluso de su núcleo familiar, por citar a su cuñado, el hermano del presidente.

Y entra esas vicisitudes de trileros y de subterfugios como los catalanes independentistas que siempre se salen con la suya, y en esa guerra de intereses con la izquierda abertzale, cuyos acercamientos de presos etarras a las cárceles vascas y las condonaciones de penas, hacen de un país español, que sea de pandereta. Un país que reniega de su propia identidad, que reniega de su pasado y que no se pone de acuerdo para avanzar, de ser políticos honestos, humildes y que no mientan a sus electorados. Vuelvo a repetir, que necesitamos líderes de verdad, estamos a falto de aquellos líderes o líderesa, me da igual hombre, que mujer, que valgan la pena, que luchen sin ningún tipo de interés por su país y, sobre todo, que el país prospere, que nos sintamos orgullosos de nuestro país. Será porque estoy cercano a los cuarenta años, y siento que mi responsabilidad por ser un buen ciudadano, escriba todas estas cosas. Luchar sin idealismo, concretando objetivos colectivos, y aunque como decía el político conservador inglés, en el cuál fue primer ministro inglés durante la segunda guerra mundial “Winston Churchill”: “Para ganar esta guerra, hará falta sangre, sudor y lágrimas. Y para no llegar a tal extremo, pido a los políticos españoles estas tres premisas: “Honradez, Humildad y Generosidad para gobernar un país”. Y eso será posible sí alguien en un futuro está o estará dispuesto a cumplirlo. Y por sueños por cumplir están los míos, que espero de un país como el nuestro, no decaiga, que los desafíos que estén por llegar sean de corto alcance, pero de una gran magnitud como las señas de identidades que tenemos cada uno de nosotros y nosotras. Ciudadanos y Ciudadanas que piden respeto y buenas acciones por parte de nuestros políticos. Un panorama político cada vez más rancio y exentos de ideas para el progreso de un país cada vez más a la deriva, con un capitán del barco con el agua al cuello, y los primeros en saltar del barco, serán las “ratas” que tienen como usurpadores y felones que mienten cuando juran la Constitución, porque no cumplen dichos artículos de la Constitución cuando llegan a dichos cargos, y no saben que nos gobiernan a pesar de no haberlos votado, porque gobiernan para todo el país, sean del cualquier políticos que sean, y les recuerdos una cosa, a todos esos políticos que nos toman por tontos o por iletrados, que se dejen ya de darles el gusto a los que quieren romper al país y que hagan examen de conciencia y de vivir a costa de las mentiras y las desidias de un partido que esta perdiendo cada vez más, la credibilidad. Una falta de valores y de identidades a costa de perjudicar siempre al mismo: “Al pueblo soberano que a depositado su confianza en ellos”, o en este caso, en él.

Posdata: “Un buen líder es aquel que se hace progresivamente innecesario” (THOMAS J. CARRUTHERS).

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