Afincado en tierra de nadie, hoy te prometo que serás libre. Te juro que jamás serás pisoteada ni quemada, como tampoco serás velada ni traicionada.
Ando buscando unos zapatos acordes para andar firme y sobretodo que nadie se acoja a la ley del desastre en esta jaula de grillos dispuesta a manipularte.
Entre cortejo fúnebre se despiden los valientes de sus fuertes defensores y valedores de nuestras vidas y de nuestro país.
Atentos a las nuevas generaciones que cuyo sistema excluyen de los derechos básicos basados principalmente en sus libertades. Protejamos a esos jóvenes de las esclavitud a deshoras, al de sol a sol, y el tiro porque me toca.
Enredamos de vez en cuando con melodrama, con aptitudes inapropiadas e inoperante, y el leader al acecho del lobby mercader, apostando por salvarnos del mal ajeno.
En este tira y afloja por ser el más fuerte, la libertad está escondida, bajo un cofre y bajo una numeración que cuando haga clic y acertemos con la clave, sea demasiado tarde para resarcirnos de nuestros males.
Los consejos de administraciones de las empresas se engulle en las ganancias y no piensan que las pérdidas son anteriores a las ganancias, pero se escuchan pasos de acero desde el Este y Oriente Próximo, por eso hay que ser obedientes.
Ante todas esas premisas te prometo tu libertad como si fuera la mía, y te presto mis alas para que bucees y veas conmigo el universo y el paraíso de corales que hay bajo los fondos de la libertad.
Aquella que nos quieren privar, por culpa de unos mala liendres que nos quieren chupar la sangre y nuestras ideas.
Te prometo tu libertad.
P.d.: «No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo (VOLTAIRE).
