Cristobalina Cintas Campillo fallecía en la madrugada del Viernes 9 de Mayo, tras luchar durante años contra el cáncer. Desde el periódico donde escribe su hijo, queremos rendirle este homenaje
Cristobalina Cintas Campillo nació el 30 de Marzo de 1950 en la localidad de Nerva (Huelva), siendo la pequeña de 4 hermanos. Una de sus hermanas es Rosario, otra persona muy conocida en nuestro municipio por sus muchos años dedicados al comercio y donde actualmente nos sigue atendiendo al público en su tienda de la Plaza “Virgen del Rosario”, en el distrito de Peñarroya. Llega a este municipio peñarriblense y guadiateño en 1959, cuando tan solo tenía 9 años de edad, casándose también aquí el 17 de Abril de 1976 con quien ha sido su esposo durante casi 50 años, Fermín. Lina, como ella era conocida por familiares y amigos, deja esposo y 4 hijos: nuestro compañero y amigo Sergio Delgado Cintas y sus hermanos Arturo, Cristian y Manuel. Además de 3 nietos, que con toda seguridad también echarán de menos a su abuela.
La madre de nuestro compañero ha luchado incansablemente en los últimos 4 años contra esta terrible enfermedad del cáncer, sus últimos días los ha pasado ingresada en la Residencia de Mayores “Santa Bárbara”, donde cada día Sergio ha ido a cuidarla y a demostrarle el amor que sentía por, como él dice siempre, la persona que le dio la vida: “Eres la mujer junto a la Tita más influyente en mi vida, siempre cuidándome y dándome lo máximo…”, le escribía nuestro querido compañero y amigo a su madre en uno de los cumpleaños de Lina. Y escribiendo, eso que tanto le gusta hacer a Sergio Delgado Cintas, además de leer, Cristobalina Cintas Campillo fallecía. Cuando nos comunicó que su madre había muerto, nos confesaba Sergio que estaba preparando un artículo para su sección de “El Diván 2.0” en Guadiato Información y Azuaga Campiña Sur. Lamentablemente, se precipitó ese doloroso momento final y cuando el artículo llegaba a nosotros Lina, la madre, la esposa, la hermana, la abuela, la amiga, la vecina, se había marchado para siempre.
Como os hemos comentado antes Lina Cintas estuvo sus últimos días ingresada en la Residencia de Mayores “Santa Bárbara”, de Peñarroya-Pueblonuevo, y pocos días después de su fallecimiento su familia quiso, como así nos lo había comunicado Sergio también a sus compañeros de este medio informativo comarcal, dar las gracias a todo el personal que durante esos cinco meses atendió a su madre. Agradecimiento que hacían extensivo a todo el personal, desde la propia Directora hasta los trabajadores y trabajadoras de dicha Residencia de Mayores: médic@s, enfermer@s, auxiliares, personal de cocina y, en definitiva, para todo el equipo de paliativos que estuvo a su lado en todo momento. Por lo que ellos consideran que ha sido un trato exquisito, y realizado con mucha delicadeza y con una calidad humana insuperable: “Esta familia Delgado Cintas estará eternamente agradecida a la gran familia que forman la Fundación Residencia de Mayores “Santa Bárbara…”.
Lo hicimos en su momento y lo volvemos a hacer, querido amigo Sergio Delgado Cintas, también para tu padre, hermanos y resto de la familia. Solo podemos daros nuestro más sentido pésame, enviaros nuestro abrazo más fuerte y cariñoso para que intentéis llevar de la mejor forma posible un trance de la vida tan duro y tan doloroso como es este de perder a un ser tan querido. Y por supuesto, querido compañero, aquí nos vas a tener cuando las fuerzas flaqueen, cuando la ausencia sea demasiado dolorosa, cuando el recuerdo ahogue la felicidad, cuando el corazón no aguante más sufrimiento por la madre que se fue para siempre y cuando las lágrimas no dejen ver el camino a seguir. Si sucede esto, tus compañeros y amigos de este que es tu periódico estarán ahí para ti, para vosotros. Búscanos y llámanos que acudiremos raudos a tu llamada, para ti y para tu padre. Querido Sergio, no dudes que siempre que nos podáis necesitar nos encontraremos en el mismo punto para intentar ayudaros y si hay que llorar juntos, así será también.
Os dejamos como cierre de esta crónica el artículo que nuestro compañero escribía a su madre en una ocasión en su blog personal, desconocedor de que aquella madrugada del Jueves 8 al Viernes 9 de Mayo de 2025, cuando las agujas del reloj habían pasado de las 5 de la mañana, ese artículo de “El Diván 2.0” que horas más tarde llegaba a nuestras manos se iba a convertir en la despedida real y definitiva a su madre. Descanse en Paz, Cristobalina Cintas Campillo. Así reza ese texto:
“Mientras apunto las últimas notas de esta tan profundamente árida como disfrutona como es la vida, siento decirte que la despedida que me hallo en tí, es una verdadera gozada haberla vívido contigo.
La mitad de mi vida me has querido, me has aconsejado, y nunca me has abandonado. Siento mucho que nos tengamos que separar muy pronto o en un futuro cercano de nuestras vidas. Maldigo los días que no me porté bien contigo, ahora sé lo que es dar cariño del bueno, y eso lo aprendí de tí, dar cariño y amor, y esperar lo mismo de mí, sin pedir nada a cambio. Todos nos tendremos que ir algún día de este mundo, quizá a menudo no nos hacemos a la idea, pero cada vez que pasan los años, te das cuenta que nos queda la palabra dada de un “Te Quiero”, Un “Te Quiero de verdad”, de ida y vuelta, como unas colombinas de Huelva, haciendo alusión a la provincia de donde viniste en el año 1959, con nueve años, a Peñarroya Pueblonuevo.
Descubriste el amor en este pueblo del norte de Córdoba, municipio minero, y en el cuál te casaste con uno de ellos en el 17 de Abril de 1976, casi cincuenta años de casados, creaste una familia numerosa, y con tus tres hermanos mayores, y junto a tu hermana que ejerció de madre protectora y desde bien pequeña contigo hasta el día de hoy, porque se murió tu madre con sesenta años de la misma enfermedad que padeces tú, pero con una diferencia, que tú aun sabiendo el final que te espera, te irás sabiendo que aunque te haya vencido la enfermedad, dejarás aquí en esta tierra, un inmenso mar azul como tus lindos ojos, porque ninguno de tus hijos y nietos los hemos podido sacar.
Y aun refugiándome en la esperanza que en algún sitio nos volveremos a ver, que sepas y te lo digo desde esta sección de mi blog “Mentes Sanas”, y en homenaje a ti, mamá: “Ha sido un placer estar contigo estos 40 años”, dónde he aprendido que jamás hay que rendirse y bajar nunca los brazos. Contigo estaré hasta el final. !Eso no lo dudes! Te quiero, mamá, aquí y donde estés…”.
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