ZONA ROJA. LAS CRÓNICAS DEPORTIVAS DEL PEÑARROYA C.F. PEÑARROYA-PUEBLONUEVO C.F. 1-2 C.D. RVO. BELMEZANO
El Análisis: Un Peñarroya en caída libre y necesitando un cambio de rumbo, llamémoslo cese del entrenador para afrontar con otro ímpetu el tramo decisivo de la temporada y encarar los play-off con otra actitud técnica y que cale los métodos del futuro entrenador en unos jugadores los del Peñarroya-Pueblonuevo C.F. falto de hambre y de sincronización para meterle otra marcha a los partidos, y no su juego actual que aburre hasta a las ovejas y enfada a un público local que paga su abono o su entrada para ver otro estilo de juego que encaje con la filosofía sibarita del buen fútbol que le gusta al aficionado o aficionada del Peñarroya-Pueblonuevo C.F.
Magistral planteamiento y juego lúcido del equipo dirigido por Neftali Suescun que le dio un recorrido táctico y de actitud a sus jugadores de cómo jugar un derbi. El vigente campeón de la copa diputación, se adueñó del partido, suyas fueron las mejores ocasiones, como así lo dicta el resultado y el juego ilusionante del equipo blanquiazul que vería su primer gol al filo del descanso.
En el minuto 44. Alberto Pulgarín establecía el 0-1 y gol psicológico que ponía nervioso al tendío que a pesar del mal tiempo aguantaron la compostura y la embestida de irse al descanso con un mal sabor de boca.

Tras el descanso, hubo un conato de reacción a la heroica por parte del Peñarroya Pueblonuevo C.F., que contaba en esta convocatoria con la buena noticia del capitán eterno, un Pedro Gallego que volvería a los terrenos de juego, en el tramo decisivo, y tras someterse a una delicada operación de corazón. Su pundonor y garra son necesarias en estos precisos momentos, que se ve también mermada por la ausencia, de otro «perro viejo», Antonio Carlos Palma, y lo escribimos en el buen sentido, por su bagaje y experiencia en los terrenos de juegos.
En el minuto 78. Miguelillo ponía las tablas en el marcador, pero dos minutos después en el minuto 80. le cortaría por lo sano la alegría a un equipo y aficionados locales, que ya estaban soñando con la remontada, como en el partido de ida en el estadio Juan Cortés Mora, que puso cómo héroe el píe derecho declacket de un Alberto Gallego, que desató el delirio de un equipo «rojillo» y de unos aficionados en estado de éxtasis. Pero esta vez el héroe fue el del equipo rival, Pablo Fernández, cuyo fue la sentencia para que sus aficionados desplazados a Peñarroya Pueblonuevo, celebrase la buena racha de su equipo, y que en todo momento fue merecedor de este resulta, que les pone con los mismos puntos que el Peñarroya Pueblonuevo C.F. 45 Ptos. 2° y 3° respectivamente y con un Egabrense que lídera la clasificación a tan sólo tres puntos los Peñarriblenses y Belmezanos de los egabrenses.
La próxima jornada el Peñarroya-Pueblonuevo C.F. visita al correoso Montemayor, esperando una reacción sí sigue el entrenador con la misma dinámica gestual y táctica derrotista que lleva durante un gran tramo de la temporada, porque todavía está a tiempo, pero con poco margen de enderezar un rumbo, donde este barco que se diseñó para el ascenso a división de honor, se acabe estrellándose como el Titanic. Esperando también rascar algo entre el partido de «gallitos» entre el Rvo. Belmezano y el Egabrense. Y, mientras tanto, nuestros aficionados anhelando aquellos años, como reza una de las canciones de Loquillo y Los Trogloditas: «Cuando fuimos los mejores».
