Nadie estamos exentos de la palabra emoción. Conjugando el verbo, nos emocionamos nada más levantarnos y poniendo los dos pies en el suelo.
Aunque esté alejado muchas veces de la realidad, les doy las gracias a este sol que se pone todos los días en mis amaneceres. A la vida no se le olvida que somos unos afortunados por tenernos aquí otro día más.
En esta lucha de pájaros de altos vuelos, se aconseja de que no solo se viene a vivir esta primorosa vida, sino que también se viene a dejar vivir a los demás que vivan la vida a su manera.
En este extremo ruido de sables, y en esta jaula de metraclilato me absorbe ver que nos emocionamos juntos viendo la vida pasar, aunque esquivemos las balas y nos lamemos las heridas, me posiciono a temblar de emoción contigo.
Al calor de este verano y al fragor de esta batalla de cotoneidad, siempre nos quedará ese abrazo y ese beso por dar, que seguro nos hará verdaderamente temblar de emoción.
¿Seguro que no te has emocionado con este nuevo artículo de El Diván 2.0?
Espero que aunque algunos no se hayan emocionado, los hagas en los próximos artículos.
¡TIEMBLA DE EMOCIÓN CON LA VIDA!
P.d.: «La emoción que puede romper tu corazón es a veces la misma que lo sana» (NICHOLAS SPARKS).
