EL DIVÁN 2.0
Nunca, jamás voy a desperdiciar los buenos momentos que me brinda la vida. Momentos homogéneos donde se disuelven todas las oportunidades y adversidades en el mismo vaso.
Me he dado cuenta que la noche es muy oscura sí removemos todo aquello que nos sienta mal, de las peores pesadillas se convierte los hombres que no suelen amar la vida, así de bien como las aman las personas felices.
Recibo como ejemplo, a los habitantes donde escasea la comida y el dinero, y con poco son felices. No hay cosa más bonita que el amor gratuito, sin censuras, sin ataduras, y sin poner dos clavos a sus alas.
Compagino la literatura con la música para amasar la fiera que llevo dentro de mis días tristes, y usar la risoterapia para amortiguar los golpes bajos.
Con la cena recalentada y el alma hecho unos zorros, diviso el horizonte con grandes esperanzas. No espero que venga nadie a salvarme, pero sí a rescatarme de esta soledad emocional.
Deseo compartir los bellos momentos que me depare la vida con mi familia y amigos, y sí hay alguna otra compañera que me quiera acompañar en este viaje que es la vida, será bien recibida, sí es en el caso opuesto, aceptaré ser feliz como hasta ahora y tejiendo nubes de algodón y de esperanza para seguir sobreviviendo como náufrago en el mar, como diría la canción de Amaral.
No malgastes tu tiempo, y grítale tu amor en cada momento a la vida.
Porque la vida es un regalo, y es una oportunidad para ser aprovechada por tí.
Nunca digas no, y de este agua no beberé.
Al final surge la magia y la llama del amor acabará abrasándote.
Y donde hubo fuego, siempre quedarán cenizas.
La vida se mueve a modo de romanticismo y esa mística que los juglares llevan por cada rincón de los pueblos, dónde se ama de verdad y no malgastan el tiempo.
¿Estoy en lo cierto?…
Pienso qué sí.
P.d.: » El tiempo es la cosa más valiosa que una persona puede gastar» (THEOPHRASTUS).
