Yo no soy hombre de letras,
no he servido para estudiar,
pero sé más que cualquiera
quizá debido a mi edad.
En cuestiones de lealtad,
cuando estrecho una mano,
si mi palabra he dado
tú ten la tranquilidad
que en lo que hayamos quedado,
para mi vale más que ná.
Soy de poquitas palabras
pero me gusta escribir
digo siempre la verdad,
hablo claro como el agua clara
y me gusta la humildad.
Viendo cómo está el mundo
muchas veces me pregunto
dónde vamos a llegar,
si un tío cierra un trato
y acaba echándose atrás.
Qué poco cuenta compadre
ser bien nacido y formal,
que todo el mundo te pare
y te quiera saludar.
Pero me duele en el alma
ver que ya no vales nada,
y digo yo, ¿si un hermano te falla
de quién te puedes fiar?
Por eso todo el que tiene
alguien en quien confiar,
tiene entre todos sus bienes
un tesoro de verdad.
Una palabra es el faro
para el que está navegando,
y si se pierde en alta mar
es como el bastón para un ciego,
que se valen en la oscuridad.
Soy de los que dan la cara
y cumplen lo que prometen,
a mí me sobran papeles
cuando doy una palabra
si falto a ella me duele
por eso a veces me callo,
si no puedo complacerle.
José Antonio Del Puerto – EMILIO –