EL DIVÁN 1.0
Para conciliar todo la jauría que tenemos hoy en día en nuestro sistema instalado para vivir artificialmente. Nos duele lo nuestro, es verdad, nos cuesta perder, es cierto, y nos cuesta perdonar, eso es una obviedad.
Entiéndase las incongruencias de nuestros políticos como algo de demasía, como algo fuera de lo común. Le viene de fábrica a nuestros políticos la mentira, como también la traición a quemarropa.
Insultar, difamar, persuadir entran en los «códigos éticos» de quiénes nos representan, es cuestión de tiempo que la dignidad hará acto de presencia en nuestro panorama político y social.
Cuánto, antes este fuego enigmático que es el fuego en dónde se queman la mayoría de nuestros políticos, que son en la codicia y en la tenencia ilícita de dinero y de patrimonio obscenos, se van de juergas con señoritas y corre la droga dura por las cachas o glúteos de actrices de poca monta, nos crece los enanos, con el «Show Trumpista», del circo del desconcierto.
Hay que buscar el término medio para medir nuestras palabras. Hay que acogerse a nuestras leyes, tan maltratada y ultrajada últimamente.
El camino para avanzar por una sociedad libre, independiente y plural, como también diversa, es creernos nosotros mismos que somos capaces de cambiar el rumbo, para mejor, sea dicho.
Y en ese camino transitamos, al cuál es escenario es horrible y llenos de muchas lagunas.
No olvides, que la egolatría y el narcisismo, forma parte de nuestra clase política de hoy en día, en vez de arrimar el hombro todos ellos, y encauzar este mal, que maltrechan las capas sociales de nuestra nación.
!España, quién te ha visto y quién te vé!
Posdata: «La libertad no hace ni más ni menos felices a los hombres; los hace, sencillamente, hombres» (MANUEL AZAÑA).