EL DIVÁN 1.0
He estado presente esta semana en unas convenciones donde ha habido unos simposios de lugares donde habitan la palabra libertad. Aquellas libertades donde se ausentan según las malas lenguas, las mujeres que no tienen vergüenza amar con los ojos cerrados, aquellas damas que no quieren ser damiselas y que llevan grabados en sus bolsos las iniciales T.L. (Tacones Lejanos).
En esta semana he comprendido en estas jornadas culturales, que las libertades se adquieren en aquellos lugares donde el besarse no sea un delito, que el reírse a carcajadas no sea un acto prohibido, y que el cuerpo no sea mera pieza codiciada y de almas de grandes mercaderes.
Prefiero que me elijan por ser quién soy, no por ser un impostor, alguien que no sea capaz de ponerme trabas y que no me ponga cadenas. Aquella persona que no cambie de canal aunque esté en anuncios publicitarios. La mujer adecuada a poner mi cuadro de intenciones en prestigiosos museos, la melodía que siempre suene en tu coche, el ser útil y servible en tus días y en tus noches.
Aquellos deseos donde el libertinaje es un petilencia, y sacarme de una vez por todas de todo este insomnio que me dejan sordo de tinta y ciego de palabra. Los inviernos de refugio en cama compartida, y yo mirándote y contemplandóte. Cambiando de planes para verte feliz. Abrigarte de rosas vertidas al cielo, quitándonte el vértigo a lo desconocido. Tenerte para siempre…lugares de libertad….no sabemos llegar al precipicio sin llegar a tocarte primero.
¿Qué nos queda de esta vida dónde se oculta las verdades? ¿Qué nos queda?
Quédate con mi parte, que yo me quedo con mi libertad, según he comprendido esta semana en esas convenciones, que más que aprender de lo que va la libertad en aquellos lugares donde se respira la democracia, además he percibido que las féminas no paran de amar la palabra libertad…y por algo se empieza a tratar la palabra libertad en esos lugares donde habitan la palabra libertad: «En amar la libertad en donde por aquellos lugares transitan las mujeres y la palabra libertad».
Posdata: «UN TIEMPO DE LO QUE FUÉ MÍO, TAMBIÉN FUÉ TUYO»
