● La institución humanitaria organiza en su sede una jornada para sensibilizar y desmontar prejuicios sobre el continente africano, con apoyo de voluntariado y de distintos testimonios de personas migrantes.
● África concentra actualmente un 42% de los más de 300 proyectos de cooperación internacional que Cruz Roja España tiene repartidos por el mundo.
● En 2023 un total de 18 personas voluntarias o personal de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja perdieron la vida mientras desarrollaban sus tareas de asistencia humanitaria.
Cruz Roja ha celebrado hoy en su sede provincial en Córdoba una jornada sobre África, enmarcada en la celebración del Día del Cooperante, que se conmemora cada año el 8 de septiembre.
La actividad, en la que ha participado alrededor de medio centenar de personas, ha tenido como objetivo sensibilizar y desmontar prejuicios sobre el continente africano, con apoyo de voluntariado y de distintos testimonios de personas migrantes.
No en vano, África concentra actualmente un 42% de los más de 300 proyectos de cooperación internacional que Cruz Roja España tiene repartidos por el mundo. Y de dicho continente son más de la mitad de los 7,3 millones de personas que en el mundo se beneficiaron el pasado año del trabajo realizado por las 117 personas delegadas (62 mujeres y 55 hombres) de Cruz Roja Española en terceros países y en territorios en los que conflictos de diverso origen, emergencias climáticas y sanitarias, así como carencias básicas de diverso nivel, ponen a diario en riesgo la vida de sus habitantes.
Con ese objetivo, Cruz Roja Española desarrolló el pasado año un total de 145 misiones y 324 proyectos en 43 países de África, Oriente Medio, Asia y América, poniendo de relieve la importancia del principio de humanidad que rige la acción de la organización y por el que busca aliviar cada día el sufrimiento de quienes lo padecen, desarrollando acciones de ayuda humanitaria, cooperación al desarrollo y fortalecimiento de las capacidades locales.
La mayor parte de personas cooperantes con que cuenta Cruz Roja Española están destinadas en África, donde 69 de ellas desarrollan 138 proyectos en alguno de los 14 países en los que están desplegadas, con más de 4,2 millones de personas beneficiarias, un 57,5% de las 7,3 millones beneficiadas a escala mundial.
Otras 22 cooperantes dan respuesta a 88 proyectos que se implementan en 15 países americanos; en Oriente Medio, la Organización mantiene destacadas a 12 cooperantes en cuatro países de la región en apoyo a las comunidades más vulnerables a través de 35 proyectos; en Europa cuenta con ocho cooperantes que en cinco países desarrollan 26 proyectos. Por último, en Asia, Cruz Roja Española está también presente en cuatro países para el desarrollo de nueve proyectos, donde cuenta con el apoyo de seis personas cooperantes.
En muchas de las regiones en las que desarrollan su labor, como es el caso de Oriente Medio y África, sólo en 2023 un total de 18 personas voluntarias y personal de la Cruz Roja la Media Luna Roja perdieron la vida mientras prestaban asistencia humanitaria y muchas otras resultaron heridas, sufrieron ataques o secuestros en distintos momentos de su misión.
En los primeros seis meses de 2024, tras el inicio del conflicto entre Israel y Hamás en los Territorios Palestinos el 7 de octubre pasado, en la Franja de Gaza han perdido la vida el mismo número de personas voluntarias y personal de la Media Luna Roja Palestina.
La labor del personal humanitario y la red de más de 16 millones de personas voluntarias en todo el mundo protegen la vida y reducen el sufrimiento no solo durante, sino después de una crisis humanitaria, poniendo su propia vida en riesgo en numerosas ocasiones.
Por tal motivo, el 8 de septiembre, Día Internacional de las Personas Cooperantes, es una jornada para recordar la importancia de la labor que realizan en el mundo y, al mismo tiempo, llamar la atención sobre el hecho de que no son ni deben ser nunca tomadas como un objetivo en zonas en conflicto.
La red de personas cooperantes de Cruz Roja Española desarrolla en el mundo numerosas labores en su día a día, tales como prestar primeros auxilios o facilitando acceso a servicios médicos o humanitarios a víctimas de cualquier tipo de emergencia o desastre; acceso a agua y alimentación seguras; habilitando refugios a las que han perdido su hogar y pertenencias; implementando proyectos de atención a la población local sin recursos; restableciendo el contacto de muchas personas con sus seres queridos y allegados tras verse afectadas por un conflicto o forzadas a migrar; sensibilizándolas a la población sobre cómo responder en diversos momentos de peligro; trabajando por el desarrollo comunitario, apoyando la búsqueda de empleo y oportunidades para generar un rendimiento económico que mejore la vida de sus familias; o favoreciendo la erradicación de desigualdades.