(Para mi esposa Pilar, a la que nunca podré olvidar. Pilar, Jesús ya te ha devuelto a la vida, ya te ha devuelto a la luz. Como Jesús nos prometió)
Quiero sentirte y decirte Pilar
cómo tu mirada se clava en mi corazón,
mientras que de mi boca solo salen
palabras de Amor.
Sentir que eres la luz de mi aurora,
de mi trigal la roja amapola,
la mar donde mueren los ríos.
Quiero sentirte Pilar,
dentro del corazón mío.
Quiero sentir y ver cómo tu sonrisa
llena de gozo todo mi ser,
cómo el misterio que trae la brisa
regresa al amanecer.
En el silencio de nuestro hogar,
desde que te fuiste aquí estoy
postrado bajos tus pies,
te digo todo lo que por ti siento,
ahora que nadie nos ve.
Quiero sentir cómo tu presencia
en mis pensamientos
hace mi cuerpo estremecer,
porque quererte tanto y tanto
es la herencia que me dejaron al nacer.
Quiero sentir tu presencia que me hace
amar cada vez más tu hermosura,
esa infinita dulzura
de tu cara canela y miel,
por la que siento locura,
que es la llama de mmi Fe.
Quiero sentir cómo nuestro Amor
jamás se perderá dentro de mí,
y las veces que siento que mis vellos
se ponen de punta por ti.
A ti, mi querida esposa Pilar,
me aferro con todo mi Amor.
Para sentir cómo el resplandor
de tus ojos azules seguirán
alumbrándome toda mi vida
con tu Amor.
NOTA: Nosotros, Pilar y yo, Emilio, le damos las Gracias a la dirección de este periódico por las atenciones que tienen con nosotros. Gracias
PILAR Y EMILIO