El ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, ha mantenido un encuentro esta mañana en Belmez con miembros de la plataforma ciudadana Unidos por el Agua con objeto de conocer de primera mano la problemática vivida por los 80.000 habitantes del norte de Córdoba, que han estado sin agua potable durante un año. Unidos por el Agua ha hecho un retrato pormenorizado de la situación del agua en Los Pedroches y el Alto Guadiato.
El ministro ha querido conocer cuáles han sido los pasos seguidos por la plataforma a este respecto, así como tomar nota de las demandas y reivindicaciones para que esta situación no vuelva a repetirse en el futuro. Así, uno de los principales asuntos que se han puesto sobre la mesa ha sido la necesidad de crear una mesa del agua en la que, además de las administraciones competentes, también estén representados los agentes sociales y económicos y la población civil. Precisamente, el ministro era conocedor del primer intento fallido de crear dicha mesa del agua allá por el año 2017, por lo que la ha considerado una buena herramienta para gestionar futuras crisis. En el relato de los acontecimientos hasta que la borrasca Nelson permitió la recuperación del pantano de Sierra Boyera, la plataforma ha destacado la falta de compromiso y respaldo recibido de parte de las administraciones en el movimiento ciudadano, una posición que ha provocado la división de la población en la reivindicación del derecho fundamental a recibir agua potable en sus domicilios.
Las actuaciones y proyectos puestos en marcha por Emproacsa para resolver el problema del agua potable han sido considerados insuficientes si no se apuesta por aglutinar todos los recursos económicos en crear una potabilizadora de última generación. Esta infraestructura, según planteaba la plataforma al ministro, sería la solución para garantizar que el agua potable no vuelva a faltar en los grifos, sin olvidar que deben tomarse las medidas de gestión residuos necesarias para evitar que continúe la contaminación del agua de La Colada. La futura conexión de La Colada con Sierra Boyera, obra que está en el horizonte de la Junta de Andalucía, no tendría sentido si no se evita esa contaminación difusa de las aguas
