Portada
Actualidad
Opinión
Política
Sociedad
Cultura
Entrevistas
Deportes
Humor
Psicología
Ocio
Curiosidades

Envíanos tu artículo

 
 
Pueblos
Servicios
Hemeroteca
Fotografías
Enlaces Interés
 
 
 
¿Quiénes somos?
Publicidad
Contacto
Localización
Suscripción
 
 
Diseño Web
 
 
 
 
 
Opinión
Hoy es Viernes, 29 de Marzo de 2024
POR FÉLIX SUÁREZ
COACCIÓN, EL MOTOR DE LA CIVILIZACIÓN
Publicado el 16 de Enero de 2017, Lunes

Lourdes Paredes Cuellas

Opinión -

Sí, ya lo sé, el mundo es un mierda. Unos tanto y otros tan poco. No nos gusta pero es lo que hay.

A veces uno se pregunta por qué siendo los seres humanos tan cabrones los unos con los otros hemos llegado tan lejos: de simples depredadores como los lobos, a la especie dominante en el planeta.

Es, sin duda, nuestra capacidad para trabajar en equipo, un montón de individuos a la vez arrimando el hombro, lo que nos ha levado a ello. Pero, como todo, hay pegas. Para que se realice un esfuerzo colectivo alguien tiene que estar al mando y, tanto más efectivo es el mando, cuanto menos dispersado está el poder. Un sólo individuo que sepa lo que quiere, decide más rápido y con más eficacia que un montón de ejemplares discutiendo qué hacer y qué no. Sí, el ser humano tiene un verdadero problema para ponerse de acuerdo sobre lo que hay que hacer y cómo organizarse para ello. Si nos fijamos bien, hasta en los regímenes democráticos hay uno o una que lleva la voz cantante en los gobiernos, en las empresas siempre hay alguno o alguna que está en la cúspide de la pirámide organizativa, alguien sin cuya firma no se va a ninguna parte.

Parece que, por pura eficiencia, los humanos nos organizamos piramidalmente.

Ahora bien, ¿De donde viene la autoridad del o la que está arriba? ¿Qué es lo que hace que los demás le obedezcan? La coacción, la posibilidad de salir perdiendo si no se hace lo que el individuo que está arriba dice. En la empresa, si no haces lo que dice el jefe, vas a la calle y te mueres, cuando menos, de asco. En una dictadura, los más seguro es que o des con tus huesos en la cárcel o que acabes con nueve gramos de plomo en la mollera. 

La coacción, en suma, se basa en el miedo, en la violencia y en el daño que se puede recibir, de modos más directos o más sutiles. Es el carácter violento de la especie humana lo que determina en última instancia como nos organizamos socialmente. Puede que haya idealistas que digan lo contrario, me parece bien, que se queden con sus ideales mientras doblan la cerviz y sueñan con sacudirse el yugo que llevan a cuestas, con un mundo ideal e irrealizable.

Por mi parte, siendo pragmático, creo que lo que mejor podemos hacer determinar es quién ejerce la coacción, cómo y para qué. No es lo mismo que el poder sea por delegación del colectivo al individuo al frente, que por apropiación directa del mismo; no es lo mismo la violencia directa que la intimidación; no es lo mismo actuar sólo en beneficio propio que en beneficio propio y del colectivo (el completo desinterés no existe créanme, las cosas se hacen o por beneficio moral o material, todo depende del grado de egoísmo).

En suma, no se hagan ilusiones, jefes o jefas ha habido y habrán, estamos casi determinados a aceptar que haya alguien al mando, luego lo que podemos -mejor dicho- debemos,  es elegir el cómo, por qué y para qué nos van a machacar y en qué grado. El resto, cuentos de hadas.

Opinión : Últimas noticias

IDIOTAS

LOS AGRICULTORES COMO EJEMPLO

DE LÍDERES Y DE LOCOS

  • Comentarios de los lectores
  • No hay comentarios para esta noticia... Se el primero en comentarla!
Comenta esta noticia


Nota: los comentarios serán publicados tras ser revisados, por lo que pueden no aparecer inmediatamente tras ser enviados.
 
Portada - Contactar - Pueblos - Inscripción - Escribe tu artículo - Hemeroteca
Guadiato Información - www.publicacionesdelguadiato.com
Diseño web : azuanet