Publicado el 21 de Junio de 2021, Lunes
Opinión -
Si anteriormente hemos rememorado
nuestras épocas prerromana, romana y musulmana, en este artículo nos vamos a
centrar en nuestro pasado visigodo. Si bien es cierto que toda la Península
Ibérica, incluso parte de la actual Francia, formó parte del Reino Visigodo de
Toledo, nuestra comarca del Valle del Guadiato, Los Pedroches y toda Sierra
Morena siguieron estando bajo el poder visigodo un tiempo más, tras la
conquista musulmana de 711.
Durante la primera etapa en
la conquista de la Hispania visigoda por los musulmanes, éstos le concedieron
cierto grado de autonomía a cinco reductos de la península, a cambio de lealtad
al nuevo poder islámico. Estos pequeños territorios se convertirían en el
último bastión de los visigodos, tras haber sido los gobernantes de la
Península Ibérica durante tres siglos aproximadamente. Se trataría de los
reinos de Tudmir, Olmundo, Ardabasto, Ajuan y Aquila.
El Reino de Olmundo se
correspondería grosso modo con la antiguaregión prerromana de la Beturia
Céltica y con la posteriorprovincia islámica de Firrish, es decir, con el norte
de Huelva y Sevilla y el sur de Badajoz,mientras que el Reino de Ardabasto se
situaríaen la antiguaregión prerromana de la Beturia Túrdula y en la posterior
provincia musulmana de Fahs al-Ballut, o, lo que es lo mismo, en el norte de
Córdoba y Jaén y el sur de Badajoz y Ciudad Real. Debido a la muerte prematura
de Olmundo, su hermano Ardabasto se quedó con ambos reinos a lo largo de Sierra
Morena, hasta que sus sobrinos se lo reclamaron acudiendo al Califa de Damasco.
Dicen que el Reino de
Ardabasto poseía un gran patrimonio además de una excelente reputación entre
sus súbditos,algo que causaba mucha envidia al príncipe omeya Abderramán I, que
no era querido, por lo que el emir se dispuso a expropiarle todas las riquezas
con el único pretexto de que un cristiano, y ahora súbdito, no podía poseer
tanta fortuna. Con estos hechos, Abderramán I violó el tratado que había
acordado el conquistador musulmánTariq con los hijos del visigodoWitiza y que
sería ratificado por el Califa de Damasco. Sumido en la miseria, Ardabasto se
vio obligado a acudir a Córdoba para reunirse con el emir.
Ardabasto le dijo: “Tú me has despojado de mis heredades y has
violado los tratados concluidos por mí con tus abuelos, sin que yo haya hecho
nada que justifique tal despojo”
Abderramán le espetó
irónicamente: “¿Y para qué te despides de
mí? ¿Por ventura quieres dirigirte a Roma?”
Ardabasto contestó: “No es tal mi intención pero nada tendría de
extraño, pues tengo entendido que tú quieres volver a Siria”
El emir le dijo: “¿Y cómo puedo yo volver a Siria, de donde
fui expulsado con la espada?”
El rey visigodo repuso: “Pues bien, me atrevo a preguntarte si
aspiras a consolidar y transmitir a tu hijo el imperio que has fundado, o
solamente poseerlo de presente”
Abderramán dijo: “No, por Dios, lo que yo ambiciono es un
reino constituido para mi persona y para mi descendencia”
Ardabasto contestó: “Pues entonces, cambia de conducta”
Y como Ardabasto vio a
Abderramán dispuesto a oír la razón, fue enumerando los muchos actos de tiranía
de los que se quejaba el pueblo contra aquel déspota. La sagacidad y franqueza
del rey visigodo agradaron tanto al emir que éste le concedió la donación
irrevocable de veinte de sus antiguas posesiones, una vestidura de honor y el
nombramiento de Conde (Comes) de
al-Ándalus o Gobernador General de los cristianos mozárabes, convirtiéndose así
en el primero en obtener este importante cargo, que luego heredaría su
descendencia. https://regionbalutia.wordpress.com/
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